El 26 de febrero del año pasado, el Gobierno estatal emitió una alerta por contingencia atmosférica, debido a las altas concentraciones de partículas menores a los 10 micrómetros (PM10) en la Zona Metropolitana de Monterrey, la cual atribuyó a las emisiones de la refinería de Cadereyta.
A raíz de esa situación comenzó una disputa mediática entre el Gobierno federal y el Estado, donde nadie reconocía su responsabilidad, pero la realidad era que municipios como Cadereyta Jiménez, Santa Catarina, Juárez, Apodaca, San Nicolás de los Garza y General Escobedo resultaron afectados.
La causa de esta conflagración ambiental se atribuyó a las emisiones de la planta, de las cuales había evidencia gráfica, ya que los medios como MILENIO Monterrey en sus diferentes plataformas habían registrado la capa de partículas, aunque nunca se aceptó que así fuera.
Se dijo que además de la refinería, se debía al comportamiento de la temperatura, la humedad relativa, así como a la presión atmosférica y velocidad del viento. En cuanto a las condiciones meteorológicas, los cambios en las temperaturas no permitieron el transporte disperso a lo largo del canal atmosférico, provocando una zona de estabilidad de los contaminantes.
Con toda esa explicación técnico-científica, el entonces presidente Andrés Manuel López Obrador como siempre tenía “otros datos” y la discusión terminó, porque el Gobierno estatal tampoco quiso enfrascarse en un pleito con la Federación.
El punto es que el tema de la contaminación del medio ambiente seguirá siendo tendencia, porque las altas concentraciones ya comenzaron, y por supuesto obligará a las autoridades a tomar decisiones, aunque éstas no beneficien al poder económico.
Hay estudios como el del arquitecto Jorge Leal-Iga (2023 revista de salud scielops.org), donde midió los “efectos físicos de la contaminación atmosférica percibidos de manera inconsciente por la ciudadanía, en el Área Metropolitana de la ciudad de Monterrey”. Para ello realizó una investigación con 504 personas, cuyos resultados arrojaron el daño que causa para quienes tienen alguna propensión a las enfermedades respiratorias.
En la Ciudad de México, este jueves comenzó el programa Hoy No Circula, debido a que los niveles de partículas contaminantes excedieron los límites permitidos. En Nuevo León por muchos años nos hemos resistido a llegar a medidas extremas, pero la contaminación no da tregua, lo cual pone en riesgo la salud de las personas adultas y de menores susceptibles.