La cruda... realidad

Puebla /

La cita con la historia comenzó desde muy temprana hora, pero ahora los protagonistas eran otros. Los priistas y panistas pasaron a las últimas filas, mientras Morena se consagraba como el partido hegemónico en lo más alto del poder.

El culto a la personalidad y los aplausos se dividieron entre el presidente saliente Andrés Manuel López Obrador, quien repartió abrazos y besos en el recinto legislativo mientras llegaba la doctora Claudia Sheinbaum, la cual minutos después sería ungida como la primera mandataria del país en 200 años.

Horas antes, en las calles de la Ciudad de México, y luego en el zócalo capitalino había miles de personas que celebraban como si se tratara de un logro de ellos mismos, porque sin duda alguna la cuarta transformación representa una esperanza para muchos a lo largo y ancho del territorio.

El discurso de la doctora Sheinbaum va en la misma línea que su ahora antecesor, y la principal promesa sigue girando en torno al bienestar de las familias, a través de becas y apoyos económicos.

A los legisladores presentes ayer en la Cámara de Diputados se les veía extasiados, embriagados de alegría y festejando como si el movimiento al que pertenecen sea garantía de que las cosas en este país van a cambiar por arte de magia.

Sin ser aguafiestas, y respetando su momento, habría que señalar los temas pendientes que a partir de este miércoles 2 de octubre, serán responsabilidad de la nueva administración y millones de mexicanos siguen pidiendo justicia y exigen solución a problemas tan graves como la inseguridad.

Mientras todo era algarabía en la capital, decenas de familias bloqueaban la autopista México-Puebla por el secuestro de un menor de edad de nombre Kelvin Leonardo, que fue raptado de su casa por un comando en la comunidad de San Matías Atzala en el municipio de San Felipe Teotlalcingo.

Según el reporte oficial, el niño fue sustraído por sujetos armados, y horas más tarde fue localizado, según el secretario de Gobernación, Javier Aquino Limón, aunque se desconocen las causas por la que se cometió ese infame delito en contra de un ser inocente.

Por esa y muchas razones, lo más conveniente es que las autoridades de seguridad dejen la pachanga, se retiren el confeti y se pongan a trabajar de inmediato. Las familias como la de Kelvin, que hay por miles, necesitan resultados y que los funcionarios despierten a la cruda... realidad.


  • Miguel Ángel Vargas
Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.