2021, año de la democracia

Ciudad de México /

Hemos dicho que el año que inicia estará marcado por cuatro procesos: el combate a la pandemia de covid-19; la reactivación económica; la lucha contra la inseguridad y las elecciones federales y locales del próximo 6 de junio. En lo que se refiere al cuarto proceso, la sociedad acudirá a las urnas para consolidar la transformación de nuestro país ante los intentos de los conservadores para regresar al pasado y recuperar sus privilegios. Las bases de la Cuarta Transformación están firmes, pero es necesario que dicha transformación avance en 15 entidades federales y se conserve en la Cámara de Diputados.

Estas elecciones serán diferentes a todas las anteriores por varias razones. Se realizarán aún bajo los efectos de la pandemia, en pleno proceso de vacunación y en la etapa más importante de la reactivación económica. Si bien todas las previsiones indican que, para el día de la jornada electoral, como país se habrá superado la segunda ola de la pandemia, la situación puede variar de una entidad federativa a otra, con sus consecuentes efectos sobre las restricciones sociales.

Los miles de cargos en disputa. Se renovará la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión; 15 gubernaturas: Baja California, Baja California Sur, Campeche, Chihuahua, Colima, Guerrero, Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tlaxcala y Zacatecas; congresos locales de todo el país, excepto en Coahuila y Quintana Roo; ayuntamientos y alcaldías en 30 entidades, menos en Durango e Hidalgo.

Aunque faltó tiempo para impulsar una reforma político electoral que, entre otras cosas, redujera las prerrogativas de los partidos y modificara el modelo de comunicación, las elecciones del próximo 6 de junio se realizan en un contexto político y jurídico que registra importantes cambios.

El primero y cualitativamente diferente es la no injerencia del gobierno federal y de sus recursos en el proceso electoral. Se acabaron los tiempos en los cuales, desde la Presidencia, los recursos públicos se ponían a disposición de las candidatas y candidatos del partido en el poder. El Presidente de la República ha dicho que estará atento al proceso, pero fuera de éste, lo cual es fundamental para garantizar la equidad en la contienda.

El segundo tema es que el desvío de recursos con fines electorales ya es un delito grave, con lo cual, las autoridades tienen los elementos necesarios para actuar en contra quienes violen la ley.

Un tercer elemento, es que a nivel federal es la primera ocasión en la historia reciente del país que habrá la reelección inmediata de diputados federales, ante lo cual veremos cuál será la reacción de la sociedad ante esta posibilidad.

Los conservadores y opositores al cambio se han aliado en contra de la Cuarta Transformación. Están en su derecho, lo que había sido una alianza de facto, ahora se vuelve formal. Los mismos rostros, las mismas formas, las mismas prácticas. Acostumbrados a las campañas negras y la desinformación, desatarán la más intensa campaña en contra del cambio. Desde la Cuarta Transformación se apostará a la sociedad y a su voluntad de cambio.

@MBarbosaMX

  • Miguel Barbosa
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