Solidaridad y miseria

Ciudad de México /

La humanidad enfrenta su mayor crisis en más de un siglo. En estos días de tormenta, ante la esperanza de las vacunas, pero también la desolación que provoca el aumento de contagios, de hospitalizaciones y de fallecimientos, las personas sacan a flote lo mejor y lo peor de la naturaleza humana. Acciones de una enorme generosidad que se ubican en los terrenos del heroísmo y en el otro lado de la moneda, acciones de una inmensa mezquindad y miseria humana.

Durante esta segunda ola de contagios en México, aunado a las presiones que enfrentan los hospitales públicos y privados para la atención de pacientes con covid-19, se ha sumado la alta demanda de oxígeno medicinal para los pacientes que se atienden en sus casas o que deben continuar su tratamiento después de su hospitalización. La demanda aumentó 700 por ciento y, lamentablemente, los robos y las estafas también se multiplicaron exponencialmente, ante los cuales autoridades de todos los niveles deben actuar y evitar este tipo de abusos. 

Otro elemento que hizo su aparición son las estafas de vacunas contra el covid-19. Ante las expectativas que ha generado la producción y llegada de estos biológicos, así como los deseos de personas y gobiernos por tener acceso a alguna de estas vacunas, se ha desatado una ola de fraudes que constituyen verdaderas conductas delictivas. Desde ofertas en redes sociales, hasta empresarios que ofrecen a gobiernos miles de dosis, hechos que demuestran una vez más cómo las guerras y las pestes para varios son la oportunidad de lucrar y sacar provecho de la necesidad de las personas. 

¿Qué debe hacer la autoridad ante situaciones como esta? En Puebla, con el objetivo de proteger a las y los poblanos, y evitar que algunas personas abusen de la situación que se vive por el covid-19, envié una iniciativa de reforma al Código Penal del Estado de Puebla para tipificar como delito la venta de vacunas apócrifas contra dicho virus. No deben permitirse engaños o fraudes en este tema, por lo que es necesario realizar las reformas correspondientes. Vamos a proteger a nuestra sociedad, que no sea objeto de más daño por parte de quienes ven la oportunidad de obtener de manera ilícita ingresos a través del engaño.

La reforma propone castigar con cinco a siete años de prisión a la persona que venda u ofrezca en venta, comercie, distribuya o transporte sustancias que se ofrezcan como vacunas contra el SARS-CoV-2 (covid-19) falsificadas, alteradas, contaminadas o adulteradas, ya sea en establecimientos o cualquier otro lugar, o las que vendan y entreguen sustancias falsas o que no estén autorizadas por la Comisión Federal de Protección Contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), o que siendo verdaderas, originales y autorizadas, no las entreguen. La pena cual se incrementará hasta en una mitad cuando el delito lo cometa un profesional de la salud y la suspensión de su cédula profesional o licencia comercial por 10 años para el derecho de ejercer su profesión o comercio.

Al fin de cuentas, los que actúan correctamente y hacen el bien son más que los que buscan sacar provecho, por eso vamos a superar esta crisis.

@MBarbosaMX

  • Miguel Barbosa
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