Una vez terminadas los trabajos y las acciones relacionadas con las votaciones del mes anterior, ¿qué nos queda? Y sobre todo ¿qué problemas y urgencias reaparecen?
Queda la sensación de una elección presidencial correcta, a pesar de las intervenciones ilegales de algunos políticos. También una sensación de segunda versión del ganador de hace seis años, con menos “ángel”, diferente en los acentos a ciertos temas, y también, un mensaje repetido por estar centrado en la “cuarta transformación” que ya tiene seis años y ya no sorprende a nadie.
La transformación sigue en veremos dadas las múltiples insuficiencias de la acción gubernamental en el sexenio que agoniza, además del éxito en neutralizar y dejar callados a los opositores, no con la solución de los temas controversiales sino con la autoridad moral siempre puesta por delante, pues por moral y diferente, ya se propone cómo efectiva y fuerte.
Las ideas, muy pocas, presentadas por el aun gobierno electo para entrar a la solución de la variedad de problemas ya conocidos y reiterados: seguridad, salud, pobreza… son ideas reiterativas del discurso anterior con muy pequeños matices, por lo cual no cabe esperar cambios radicales y acciones fuertes. Por eso, después del voto, en la política nacional seguiremos con la actual venida del gobierno anterior, con muy pocas medidas diferentes.
Con todo, pocas, pero existen posibilidades de cambios en los programas gubernamentales, en los cuales se abandone el paternalismo centrista y se confíe en las iniciativas locales, las cuales han de romper con la inercia de esperar “a ver que dice el jefe” central. Al menos, y sería avance clave, debiera lucharse con iniciativas locales bien pensadas y elaboradas. Los gobiernos municipales pueden ser la punta de lanza de propuestas locales para resolver problemas y deficiencias precisamente locales, por ejemplo, problemáticas intermunicipales para atender situaciones regionales, sin solución duradera.
Un caso emblemático es la Zona Metropolitana de Guadalajara, donde al menos nueve municipios están involucrados en problemáticas producto del crecimiento descontrolado y descuidado, por causa de acciones restringidas, eso sí muy visibles, y muy poco capaces de solución duradera.
Urgen proyectos y soluciones integradores de territorio y población. Desde luego no son temas “viejos”, no por eso resueltos.