Francisco, un Papa diferente

Jalisco /

Murió Francisco I, papa de la Iglesia Católica. Los papas de la iglesia católica son los gobernantes de los fieles al catolicismo, en cuanto la organización de sus acciones constitutivas, normas básicas y además, son encargados del cuidado de la doctrina, o creencias básicas de esa iglesia, del cuidado de mantener una mínima congruencia con la vida social y cultural de los pueblos católicos y de animar la discusión sincera y coherente con los movimientos de las ideas y el pensamiento de toda la humanidad.

No es tarea fácil y aunque de lejos parezca irrelevante lo que el papa sugiera o declare frente a los acontecimientos o las situaciones de las naciones o de los grupos religiosos, a quienes están en las situaciones de referencia no les es indiferente la reflexión papal. Una muestra es aquellas declaraciones a propósito de las relaciones del papa Pio XII con la Alemania Nazi y sobre el canciller de esa nación. Todavía hoy, casi noventa años después, de vez en cuando aparecen escritos o declaraciones sobre el tema para revelar que sí, o que no, existió tal cercanía de Pio XII con Hitler. Y así, se pueden recordar otras situaciones de tensión entre el papa y algún gobernante o gobierno. Por ejemplo, la más reciente sobre la postura del papa frente a la confrontación militar y la pésima situación humanitaria consecuente, entre la nación judía y la nación palestina.

La muerte del papa Francisco es relevante, primero como es relevante la muerte de cualquier ser humano al cual conocemos en alguna medida, y nos interesa su labor y sobre todo las consecuencias de dicha labor. Importa también por quien lo sucederá en el puesto de papa. ¿Tendrá el mismo interés por el desastre medioambiental que vive el planeta? ¿Impulsará la actualización de la conceptualización de las tareas, aportes y derechos de las mujeres? ¿Será impulsor de la modernización de la iglesia católica frente a un mundo en trance de cambios sustanciales del modo de relaciones entre personas, sociedades, seres humanos y naturaleza, y frente a los avances de la tecnología? La voz del papa en estos y otros temas es un factor. Desde luego no definitivo, y siempre necesario.

Conviene al tiempo de dar la importancia que tiene el suceso papal, atender, quizá con la misma filosofía práctica del papa Francisco, a las diversas situaciones de nuestro país y de los procesos de cambio en los cuales se encuentran las instituciones y los diversos sectores sociales del país.

Muy pronto la presidenta habrá de enfrentar las manifestaciones de un grupo importante de maestros y maestras sindicalistas, cuyas demandas ponen en juego situaciones que, de concederse, serán motivo de movilización de otros sectores del país. La ley del FOVI - ISSSTE no es cualquier cosa para “jugar” a la política tradicional. No es un asunto de mera politiquería. Habrá que ver.

Tampoco es tema fácil las consecuencias de aceptar una relación económica con los Estados Unidos con aranceles a los productos y materiales mexicanos. Las consecuencias prácticas serán muchas y difíciles de soportar y manejar. Desde luego, ante hechos no hay discusión. Por eso toca al país, no sólo al gobierno, estudiar y determinar las decisiones necesarias para, primero proteger a quien más lastima la nueva relación económica con EU, y luego decidir las medidas para mantener la economía en su conjunto lo menos dañada posible. Hace años, en una situación similar de crisis económica, por otras causas ciertamente, un economista mexicano encaró la situación con una postura muy clara: “Identifiquemos y separemos lo imposible de lo posible. Olvidemos lo imposible. Y a lo posible pongámosle toda nuestra fuerza, empeño y eficiencia para tener los mejores resultados”. Parece pragmático, quizá. Es realista y posible.

La seguridad pública y la delincuencia organizada o no, son temas nacionales de primera prioridad. Son temas parecidos a esos animales de fábula, con una docena de cabezas a los cuales el héroe debía acabar con las doce, so pena de no terminar la tarea. Desde luego es una tarea del gobierno de la cual hemos de saber, sobre todo, la derrota de los delincuentes y las reparaciones de los daños consecuentes a las víctimas.

Finalmente, el país, no sólo él y los gobiernos, ha de encarar la locura llamada “Reforma Judicial” y sobre todo la famosa elección de jueces, ministros y demás. Hasta hoy, mientras más se explica objetivo y procedimiento menos se entiende cómo “eso” producirá un Poder Judicial como requiere este país que anhela un día y otro también, justicia.

Los manuales de manejo de la política y sobre todo del gobierno, además de ideales, terminan con consejos claros y precisos, aproximadamente así: Gobernante: Defina sus “blancos”. No los cambie. Establezca sus signos y señales de avance. Muévalos si están equivocados. Seleccione y apoye a sus enviados. Evalúe resultados, directamente. Decida sin dolor.

Los diferentes papados consignados en la historia son un buen pedagogo para toda autoridad. Sea para hacer, dejar de hacer o no hacer. Y si, se pueden imitar, qué no copiar.


  • Miguel Bazdresch Parada
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