Es común escuchar un consejo de los médicos a sus pacientes cuando han sufrido alguna enfermedad la cual ha requerido cuidados especiales. “Cuídese muy bien los próximos siete días. Y me avisa cómo la pasó”. El consejo viene del saber cómo el cuerpo humano se recupera de la enfermedad en esos siete días o si necesita más días o incluso otros medicamentos.
Así estamos en la república. Nos han cambiado la medicina y la clave de la sanación será, en principio una semana. Nuestra presidenta está haciendo y diciendo lo recomendado por el médico y la familia mexicana espera se mejore la situación de la nación. Todos esperamos y deseamos que así suceda, para bien de la convivencia y la prosperidad, todavía lejana para muchos sectores de la patria.
Desde luego, importan menos los dichos que los hechos. No obstante los dichos tienen su valor y en el caso de la presidenta en sus dos comunicados (al Congreso de la Unión y a los seguidores en el Zócalo de la ciudad de México) es de notarse la mesura, la precisión en la mayoría de sus promesas y las gracias al presidente en retiro.
De ahí la importancia de evaluar, ya no sólo valorar, los resultados de las medidas tomadas por el anterior gobierno en todos los ámbitos relacionados con sus responsabilidades y deberes, con el fin de reconocer si se ha logrado la solución del problema o situación problemática que pretendía resolver al menos en un cierto grado. Así se podrá tener un juicio fundamentado para decidir cambios o continuidad. Por ejemplo, el problema de la pobreza que se ha atendido con entregas de efectivo a determinados grupos de personas en situación de pobreza, y obviamente se ha atenuado y aun abandonado esa situación. Por tanto, lo lógico es continuar con esa entrega de efectivo. Sin embargo, al mismo tiempo quienes miden la situación de los mexicanos nos hacen ver que ciertos grupos en pobreza, quienes no estaban en alguno de los grupos seleccionados por el gobierno no han “salido” de la pobreza y por tanto, es imperativo diseñar una nueva estrategia para atender esa situación no resuelta.
La valoración de los gobiernos no está en los dichos y discursos. Está en la solución de eso llamado “problemas de México”. Ahí la importancia de conocer cuál es la comprensión del nuevo gobierno, presidenta incluida, de los problemas del México real y vívido. Y claro las soluciones.