No cabe la menor duda de que estas palabras del ex yanqui Yogi Berra son proféticas, y esto se demostró el día 30, cuando por fin, en el beisbol de las Grandes Ligas, se concluyó la temporada. Curiosamente, fue un día después de que oficialmente terminara la temporada regular, ya que estaba pendiente un doble juego suspendido entre los Mets y los Bravos. Estos juegos, que se disputaron el día de ayer, eran cruciales para definir los comodines que faltaban en la Liga Nacional. Lo interesante es que ambos equipos llegaban con el mismo récord: 88 victorias y 72 derrotas. Sin embargo, los de Arizona estaban muy cerca, con una marca de 89-73. Estos dos juegos representaban un tremendo dilema, pues si uno de los equipos ganaba ambos encuentros, terminaría con 90-72, mientras que el perdedor quedaría con 88-74, lo que significaba que el ganador de la doble jornada y Arizona pasarían a disputar el comodín.
Podría decirse que fue una decisión salomónica. ¿Por qué lo digo? Salomón fue un rey de Israel, sabio y magnánimo. En una ocasión, dos mujeres se disputaban la maternidad de un niño. Al no poder llegar a un acuerdo, el rey tomó su espada y sugirió dividir al niño en dos, entregando una mitad a cada mujer. La madre verdadera, en un acto de desesperación, dijo que prefería ceder el niño a la otra mujer antes que verlo morir. Salomón, al ver este acto de amor, entregó al niño a su verdadera madre. Bueno, algo parecido sucedió en los juegos del día 30: cada equipo ganó su respectivo juego, lo que permitió que ambos pasaran a disputar los comodines. Así quedaron las cosas:
Liga Americana: Los Yanquis y Cleveland pasan directo por ser líderes de sus divisiones. Houston avanza como primer comodín, y Baltimore, que tuvo el mejor récord, juega de local ante Detroit y Kansas en series al mejor de tres.
Liga Nacional: Los Dodgers y Filadelfia pasan directos. Milwaukee, como ganador de su división, y San Diego, con la mejor marca, juegan como locales frente a Atlanta y Mets, respectivamente, en las mismas fechas que los comodines de la Liga Americana. Los ganadores de estas series se enfrentarán en los primeros playoffs de la siguiente manera:
Liga Americana: Cleveland recibe al ganador entre Houston y Detroit, mientras que los Yanquis se enfrentan a Baltimore o Kansas, con Detroit y Baltimore como favoritos.
Liga Nacional: Filadelfia recibe al ganador entre Milwaukee y Mets, y los Dodgers jugarán contra San Diego o Atlanta, con Mets y San Diego como favoritos.
Números individuales.
Liga Nacional: El campeón bateador fue el venezolano Luis Arráez, de San Diego, con .314. Este es su tercer título consecutivo, y además lo ha conseguido con tres equipos diferentes: 2022 con Minnesota, 2023 con Miami y ahora con San Diego, siendo el único jugador en lograr este hito.
En cuadrangulares y carreras impulsadas, Shohei Ohtani lideró con 54 jonrones y 130 impulsadas. Además, robó 59 bases (sublíder) y lideró en carreras anotadas con 134, quedando segundo en bateo con .310. Seguramente será nombrado el jugador más valioso.
En pitcheo, Chris Sale tuvo una temporada destacada con un récord de 18–3, una efectividad de 2.38, y 225 ponches, ganando la triple corona.
Liga Americana: En bateo, Bobby Witt, de Kansas, lideró con un promedio de .332. En carreras impulsadas y jonrones, Aaron Judge, de los Yanquis, logró 58 jonrones y 144 impulsadas, quedando tercero en bateo, y también parece seguro como jugador más valioso.
En pitcheo, otro ganador de la triple corona fue Tarik Skubal, de Detroit, con un récord de 18–4, una efectividad de 2.39 y 228 ponches.
Cabe destacar que 13 jugadores han ganado la triple corona en la Liga Americana y 13 en la Liga Nacional. Solo tres lanzadores la han ganado en tres ocasiones: Sandy Koufax, Walter Johnson y Grover Alexander.