Los diputados y Lemus

Ciudad de México /

Uno de los más importantes desafíos que enfrentará Pablo Lemus en la primera parte de su administración será sin duda la composición del Congreso local, mismo que anteriormente y hace mucho sumaba causas con el gobernador en turno por afinidades políticas o de partido. Hoy las cosas se ven muy diferentes. A partir de este viernes 1 de noviembre, empezará la nueva Legislatura estatal con la ventaja aparente de significar todo un reto para el gobierno entrante. Sin embargo, es éste un tema que el propio Lemus ha venido vislumbrando desde que se conocieron los resultados de la elección pasada y, de suyo, tampoco perdió tiempo en buscar una estrategia para garantizar gobernabilidad.

Sus operadores, encabezados por Salvador Zamora, igualmente han estado procurando vías de entendimiento con los que serán diputados "de oposición", cosa que en realidad se empieza a vislumbrar positiva dadas diversas circunstancias como el hecho de que varios de ellos se manifiestan dispuestos (o dispuestas), a mantener diálogo y acercamiento. Por otra parte, los considerados opositores no terminan por dirimir sus diferencias internas, como acontece con los morenistas y con los panistas, quienes a su vez tienen problemas para decidir mandos y control en sus propias bancadas.

El caso es que Lemus, a pesar de encontrarse en una situación que no es la de una Legislatura a modo, donde todo pueda fluir casi sin contratiempos, ahora está tejiendo un entramado político que resulte positivo para los programas de gobierno que empezará a aplicar en cuanto asuma el poder. Y hay signos que apuntan a que esto sí sucederá de esta manera, sin dejar de dar por descontado que habrá tiros y zipizapes por motivos obvios y, ni se diga, por el hecho de que, por ejemplo, los integrantes de las coaliciones habrán de responder a causas comunes entre ellos o bien por las consignas que reciban del centro, como hay que esperar de Morena, del Verde o del PT.

La verdad es que Lemus tiene en mente contar con los diputados para poder llevar adelante acciones muy concretas para ir resolviendo los principales problemas de Jalisco. Y no son pocos los que requerirán del respaldo legislativo. Para empezar, tendrá que formularse el gasto público de un año que se ve complicado, y no solamente para esta entidad, sino para el país en su conjunto. Las condiciones que se avizoran no se ven nada tranquilas en los renglones básicos, empezando por la seguridad pública y la estabilidad económica, y ni qué decir de un cambio tan radical como el efectuado en la estructura del Poder Judicial que, en su momento, arrojará sus verdaderas consecuencias. Por si fuera poco, no cede el gobierno cuatroteísta en seguir por el camino de búsqueda del poder absoluto. como lo prueba el hecho de hacer cambios constitucionales que le dan al Congreso de la Unión prácticamente la irreductibilidad de sus reformas, sin contrapeso de ninguna índole y sin que medie nada que obstaculice sus decisiones. En un escenario de este tipo, y una vez que se extravían los preceptos básicos constitucionales, el Congreso sería capaz de aprobar cualquier cosa que se le ocurra al gobierno o a su línea de poder, incluyendo la reelección. Con la imposición mayoritaria que elimina los cuestionamientos de constitucionalidad de parte del Poder Judicial, el Estado mexicano da un paso más hacia la dictadura. Aunque parezca exagerado decirlo.

Pero, insistiendo en lo que sucede en nuestra entidad, para Pablo Lemus lo que le sobran son retos: deberá atender cuestiones tan imperiosas como la inseguridad, esta vez de manera mejor coordinada con el gobierno federal, así como el asunto de los desaparecidos, convertido en uno de los aspectos que más han lastimado a la población jalisciense. De ahí en más, son múltiples las cuestiones que requerirán de atención prácticamente inmediata, como dar continuidad a los programas de infraestructura, agua potable, carreteras, transporte urbano, concluir lo que falte de la línea 4 y emprender la línea 5 según dijo en campaña, además del plan para que Jalisco siga siendo ejemplo en materia de salud pública, mejoramiento de planteles escolares, la consolidación del presupuesto constitucional de la Universidad de Guadalajara, vivienda asequible y muchos temas más.

En todo ello, los diputados tendrán que ver, primero, su carácter representativo de los distintos sectores de la población jalisciense, y fincar sobre la base de una mejor disposición, una relación política de altura entre los dos poderes. Sólo de esta manera Jalisco saldrá adelante. La experiencia adquirida en estos años y la capacidad negociadora de Lemus es una buena base para dar por sentado que logrará entenderse con un Congreso que iniciará ya y del que hay que confiar verá, ante todo, por el estado y por su gente.

miguel.zarateh@hotmail.com

X.- @MiguelZarateH


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