Este miércoles en Columbus, Ohio, es el duelo de campeones de México y Estados Unidos. El futbol mexicano está pasando por un momento histórico. Lo está, porque cada día sigue fortaleciendo las estructuras de sus clubes con mejores controles financieros, porque se está cosechando el trabajo en Ligas como la Femenil -recientemente reconocida en Madrid en el World Football Summit- y porque está avanzando en su proceso de internacionalización con acciones concretas.
El mejor ejemplo es el anuncio que recién hicimos sobre la próxima realización de la Leagues Cup de 2023, que por primera vez reunirá en un torno oficial -avalado por FIFA y Concacaf- a todos los clubes de las dos principales ligas de la primera división de Norteamérica: Major League Soccer y Liga MX.
Se trata de un torneo inédito que desarrollará una intensa competencia durante un mes del verano, que permitirá construir una gran plataforma para deportistas y clubes y que determinará tres plazas para la Liga de Campeones de Concacaf, incluyendo la clasificación directa a los octavos de final.
El evento como espectáculo deportivo será muy importante, pero también lo será de cara a lo que viene en la región en los siguientes años. En 2026, se celebrará la Copa Mundial en México, Estados Unidos y Canadá y este torneo permitirá mostrar la infraestructura y las capacidades del futbol de la región.
El torneo generará beneficios económicos para los clubes participantes; beneficios comerciales para la región por la ventana que significará para patrocinadores y socios en los dos países; beneficios deportivos, por lo que implica fortalecer la rivalidad entre ambas ligas, que han ido creciendo en los últimos años de manera notable; y por supuesto, beneficios para la afición que durante un mes podrá gozar de una competencia intensa, atractiva, regional, que acercará una vez más a los equipos a los aficionados de los dos países y del mundo.
El proyecto también es importante porque atiende una de las necesidades del futbol mexicano: la pertinencia de tener una mirada no solo de corto plazo, sino que sea capaz de apuntar hacia un horizonte de varios años. En este caso, el anuncio de un torneo que habrá de realizarse dentro de dos años confirma la intención de avanzar en la internacionalización del futbol mexicano.
Un plan, que como ya he tenido oportunidad de explicar, es estratégico para el futbol nacional. En este año habremos celebrado la Leagues Cup, la Liga de Campeones de Concacaf, el Campeón de Campeones que disputan hoy los clubes Cruz Azul y Columbus ante por lo menos 20 mil aficionados, el Partido de Estrellas entre la Liga MX y la MSL y seguiremos trabajando para atender a la gran afición de los dos países.
Sabemos que todavía es necesario trabajar mucho para fortalecer la internacionalización del futbol mexicano, pero las acciones que están realizando directivas, equipos y jugadores, van en el sentido correcto.
La exitosa asistencia en los estadios, la respuesta en la taquillas, los números de las audiencias y los acuerdos crecientes -como el recién anunciado- son la prueba de que la internacionalización del futbol mexicano va dando frutos y así seguirá.
Mikel Arriola*
*Mikel Arriola es el Presidente Ejecutivo de la Liga MX
Twitter: @MikelArriolaP