El rechazo, una profunda herida emocional I

Ciudad de México /

Elimina la sensación de que algo o alguien te daña y el daño en sí mismo desaparece.

Marco Aurelio

Las heridas emocionales son huellas de experiencias traumáticas del pasado que se cuelan en el presente, generalmente distorsionando nuestra percepción de manera negativa.

Una de las heridas emocionales más profundas es la del rechazo, quien la padece se siente interiormente excluido, así, todo lo que sucede a su alrededor lo filtra a través de su herida, es decir, a través del dolor.

Quien padece miedo al rechazo no se siente merecedor de afecto ni comprensión y se aísla en su vacío interior; por lo que debemos trabajar nuestros temores, miedos internos y situaciones que nos generan pánico.

Otra huella de esta afección emocional es la búsqueda de perfección a toda costa, situación que lo llevará a una persecución constante del reconocimiento de los otros que será difícil de saciar.

El rechazo socio emocional es uno de los peores males que aqueja a nuestra sociedad.

Freud mencionó a propósito del tema: “La única persona con quien te puedes comparar es contigo en el pasado y la mejor persona que deberías ser, es lo que eres ahora”.

El año está por finalizar y generalmente hacemos un balance de lo sucedido durante los últimos doce meses ¿Qué nos lleva a esta reflexión?

Reconocernos en el corazón de alguien es muy significativo, no así para quien alberga sentimiento de rechazo, pues al repasar sus relaciones perciben la falta de aceptación, hay para ellos indicadores que se interpretaron como rechazos, desde pequeños desdenes hasta francos desplantes muy dolorosos.

El 2021 se va acercando a su final y, si nos damos permiso, quizá encontraremos un regalo esta Navidad que solo podemos darnos nosotros mismos: el autorreconocimiento que cierra las heridas, permitiéndonos disfrutar todas las bienaventuranzas que nos traerá el año que está por comenzar.

Así las heridas emocionales se transformarán en cicatrices de guerra, insignias que nos recuerdan lo valientes que hemos sido. Quedémonos con la lección y no con el dolor.

Miriam Colín

caminamx.atención@gmail.com

  • Miriam Colín

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