De Roro a Simone

Monterrey /

Roro Bueno es una influencer española que tenía algún tiempo tratando de que el contenido que subía a redes con recetas y manualidades tuviera éxito. Lo consiguió con una fórmula que ha generado debate: Y es que la forma de contar sus minihistorias se basa en complacer a su pareja. Abre la conversación diciendo lo que a él le apetece y acto seguido lo ejecuta con dedicación y esmero desmedidos, cerrando siempre con el beneplácito de su amado.

El debate surgió porque se empezó a señalar a Roro como representante de la corriente denominada tradwives que hace apología de las mujeres asumiendo roles de género tradicionales como madres y cuidadoras, retrocediendo en las conquistas del movimiento feminista. Pero Roro dice repudiar el fenómeno de tradwives, se autonombra feminista y sostiene que el realizar esos contenidos es una forma de ejercer sus libertades como mujer.

Parecería no haber falla en su lógica, hasta que se observa a sus seguidores: hombres que la definen como el epítome de la femineidad y que les emociona tener evidencia de que su sueño de una novia bella, sumisa, hacendosa y dedicada a complacer a su pareja es una realidad. El despliegue de la influencer refuerza —así sea a su pesar— estereotipos de género que ha costado sacudirse, porque las figuras públicas, como es su caso, moldean conductas entre juventudes e infancias.

Del otro lado del espectro tenemos a la gimnasta estadunidense Simone Biles, quien, con su decisión de abandonar la justa olímpica en su pasada edición por no considerar que su salud mental le permitiera competir sin riesgos, desató terribles críticas, a las que no solo se sobrepuso, sino que acalló con su extraordinario desempeño en estas Olimpiadas. Simone, afrodescendiente, dejada por su madre al cuidado de su abuela, activista en favor de las causas de la comunidad LGBTTIQ, tuvo junto con su coequipera Jordan Chiles un gesto revolucionario. Se arrodillaron en el podio ante Rebeca Andrade, la brasileña que obtuvo el oro dejándolas en seguro y tercer lugar. Prueba de grandeza, humildad y reconocimiento de las otras mujeres como aliadas y no como rivales. Que por cada Roro, una Biles se imponga como modelo para las niñas.


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.