En 1977, el presidente de la república decretó Zona de Monumentos de la antigua Ciudad de los Ángeles una superficie de 6.9 kilómetros cuadrados con 391 manzanas; desafortunadamente no incluía a los barrios indígenas donde templos como el de San Juan del Río o el edificio del Ayuntamiento indígena del Alto, merecían ser incluidos y preservados.
Ese fue un antecedente para que, el 11 de diciembre de 1987, la Unesco incluyera a la Angelópolis en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad; el otro, la labor desde la BUAP —ha recordado Ambrosio Guzmán— que expandió sus instalaciones, rescató edificios emblemáticos y creó el barrio universitario.
Universitarios fueron representantes activos en las reuniones previas a la nominación de la Angelópolis a su inclusión en la lista cultural mundial.
Enrique Juan Palacios recordó sobre la traza de la Ciudad de los Ángeles, sus rúas y habitaciones: “…preserva a los embanquetados y los frentes de las casas de los rayos del sol, en todas las estaciones del año; a la vez… queda a cubierto, por las colinas inmediatas, del golpe de los vientos del norte, crueles en invierno. Las calles están alineadas en dirección nornoreste-sudsuroeste, y este sudeste a oeste-nornoreste.”
Agrega: “El trazo es perfecto; todas las manzanas miden 200 por 100 varas cuadradas, habiéndose delineado desde un principio 295 destinadas a edificios y 125 más para huertas y sembraduras.” Cree Palacios que fue Motolínia quien decidió el trazo; creemos fue Juan de Salmerón: ya había sembrado, trazado y edificado una urbe antes, en la hoy Centroamérica.
Palacios destaca del trazador: “…supo con su mirada clarividente ver en lo futuro fijando desde un principio ‘aquellos 20 cuadros (manazas) en cada sección…’”
El asentamiento fue hecho en los míticos Cuetlaxcoapan y Huitzilapan donde, si bien es posible que se realizaran “Guerras floridas”, los cholultecas y tlaxcaltecas habían dejado despejado al momento de la invasión hispana.
¿Ángeles trazadores? Sólo los del salmo 91 en el escudo angelopolitano: “Dios mandó a Sus ángeles te custodien en todos tus caminos.”