El 53 por ciento de los mexicanos —entre el que no me cuento— eligió a este Presidente. Entre las comunidades que más lo apoyaron figura la artística y cultural, una ostensible mayoría de cuyos integrantes se manifestaron públicamente por él durante el proceso electoral de 2018.
En lo que lleva de gobierno, ese respaldo ha ido mermando a partir de su desprecio por el sector, manifiesto en la reducción del presupuesto de Cultura a su cifra más baja desde 2011, la cancelación del Programa de Apoyos a Proyectos Culturales de la Cámara de Diputados, la exclusión en un primer momento de las organizaciones de la sociedad civil del programa Profest —que, por presión de la comunidad, heredó una parte de ese presupuesto— y ahora en una extinción a rajatabla de los fideicomisos públicos que hizo temer por la supervivencia del Fonca, instrumento que democratizó y transparentó el financiamiento del Estado a la cultura.
El Presidente no entiende la cultura —dice que Thalía (que es una cantante buena o mala, pero en todo caso una intérprete pop) es “una artista”— y su secretaria de la Función Pública —la que cree que el Fonca nació “para controlar a los rebeldes y premiar a los compadres”— no entiende más que consignas ideológicas. En ese contexto es de alabar la valentía de la secretaria de Cultura, Alejandra Frausto, y su equipo, que han hecho mucho por preservar el financiamiento público a la cultura en un entorno hostil y obtuso.
Gracias a las funcionarias de Cultura, el Fonca sobrevivirá y recuperará la estructura orgánica que tuvo en tiempos del Conaculta y que perdió con la creación de la secretaría. Cierto: al extinguirse el fideicomiso, deberá ajustarse a los ritmos del presupuesto federal, lo que puede afectar la continuidad de los apoyos. Y, cierto, habrá que velar porque las nuevas reglas de operación no perviertan su espíritu, garanticen la autonomía de los jurados, los apoyos a espacios independientes, los convenios internacionales.
El Fonca que queda no es óptimo pero es mejor que ninguno. Frausto ganó el primer round, aun si por puntos. Es momento de animarla a seguir dando la pelea en el segundo.