Que “la mujer no le haga el lonche a su marido o no quiera tener relaciones sexuales”, para el diputado Marte Alejandro Ruiz Nava son microviolencias que ameritan la creación del Instituto del Hombre en Tamaulipas.
Lejos de encontrar eco para su propuesta, sus declaraciones ameritaron sendos desplegados por parte del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la Asociación Mexicana de Consejeras y Ex Consejeras Estatales Electorales (Amcee), en los cuales se califican sus comentarios como irresponsables, ya que banalizan la violencia sexual y atentan contra el derecho de las mujeres a la libre determinación de su sexualidad.
La supuesta microviolencia que el diputado Marte observa, en realidad es resultado de su visión machista donde la mujer es propiedad sexual del hombre, lo cual refuerza la idea cosificante e inaceptable de que las mujeres deben estar siempre disponibles sexualmente para sus parejas.
Ante la irresponsabilidad evidente del diputado Marte Ruiz, el INE manifestó que es imperativo que le expliquen, a través de cursos que implemente el Congreso local u otras acciones, que el derecho de las mujeres a negarse a sostener a relaciones sexuales con su pareja, que no se trata de una microviolencia contra los hombres, sino del ejercicio de sus derechos sexuales y una manifestación de su autonomía, la cual debe ser respetada; de no hacerlo se estaría ante una violación sexual, un delito grave que está penado con prisión.
Insensibles, inaceptables, descalificadores e ignorantes de la gravedad de la violencia de género que viven las mujeres fueron otros de los calificativos que se ganaron los irresponsables comentarios del diputado Marte, ya que su exposición mediática como figura pública y representante popular aumenta el impacto de lo que declara.
En cuanto a los recursos que se destinan para combatir la violencia contra las mujeres por el solo hecho de ser mujeres, el INE le explicó al Marte que no se tratan de “beneficios”, sino de la garantía a sus derechos fundamentales, lo que permitirá disminuir la amplia brecha de género existente entre las condiciones que viven las mujeres y los hombres para ejercer sus derechos.
Además, estos comentarios misóginos de Marte se suman a la homofobia que manifestó en octubre de 2022, en el Congreso local, cuando junto al presidente de la organización religiosa “Alianza del Centro de Tamaulipas”, al panista Arturo Soto Alemán y un grupo de feligreses interrumpieron la sesión en la que se discutía el dictamen sobre el matrimonio igualitario.
El entonces diputado suplente del Partido del Trabajo, molesto por la aprobación del matrimonio igualitario, expresó que “es la ONU la que pretende provocar la homosexualidad en la sociedad, a través de la Agenda 2030 y que estas reformas preceden al adoctrinamiento de las niñas y niños en las escuelas con “ideologías de género” que provocarán la homosexualidad de la población”.
Ser diputado es un honor y, a la vez, una gran responsabilidad que requiere preparación y compromiso con la población que representa, lo que exige estar a la altura de la encomienda y con los pies en la tierra, lo que evidentemente no hace el diputado tamaulipeco Marte que, al parecer, anda en la Luna.