Hoy, 1 de octubre de 2024, México celebra un hito histórico con la toma de protesta de su primera presidenta, Claudia Sheinbaum Pardo.
Este momento es el resultado de décadas de lucha de mujeres guiadas por liderazgos femeninos, y representa un avance significativo para el país.
La presencia femenina en la militancia de los partidos políticos ha sido clave en este logro.
Según datos del Instituto Nacional Electoral, oscila entre el 53% y el 66% de su militancia.
Sin embargo, su desarrollo político no siempre se promueve; así lo demuestra el historial de incumplimientos de los partidos políticos en el gasto del financiamiento destinado para impulsar el liderazgo de las mujeres en la política.
A pesar de que las multas en este rubro equivalen al 150 por ciento del monto no ejercido, no constituyen acciones inhibitorias del incumplimiento de los partidos políticos.
En 2022, las dirigencias partidistas dejaron de ejercer más de 17.5 millones de pesos en estas actividades.
Estos inejercicios presupuestales que han sido reiterados son propios de las culturas políticas que aún ven el liderazgo femenino como algo secundario o prescindible.
Si en verdad se aspira a que los liderazgos femeninos dejen de ser la excepción y se conviertan en la norma, es necesario invertir en la formación de las militantes.
En este contexto, cobra una especial relevancia la iniciativa de reforma de la senadora tamaulipeca Olga Patricia Sosa Ruiz, que propone aumentar el financiamiento público destinado a la capacitación y promoción de mujeres en los partidos políticos del 3 al 8 por ciento.
Esta propuesta pretende generar mayores oportunidades para la formación de más y mejores cuadros políticos femeninos.
No obstante, debe acompañarse de medidas que garanticen que los recursos se apliquen adecuadamente.
El artículo 73 de la Ley General de Partidos Políticos establece que los partidos políticos podrán aplicar los recursos destinados para la capacitación, promoción y el desarrollo del liderazgo político de las mujeres, en los rubros como la investigación sobre la evolución y avances del liderazgo femenino en la política; la publicación y difusión de materiales sobre paridad de género; la organización de eventos y talleres para promover el desarrollo político de las mujeres y la creación de mecanismos para prevenir y erradicar la violencia política de género.
Sin embargo, los partidos aún no terminan por descifrar el contenido de este artículo, lo que los ha llevado a que sus informes no hayan sido totalmente validados por el INE.
Para atender las deficiencias en el cumplimiento del 73 de la LGPP, la consejera Carla Humphrey ha propuesto acciones como crear una certificación validada por el INE para quienes imparten los cursos y/o que sea el propio INE el que imparta
estas capacitaciones, talleres y cursos con cargo al financiamiento de los partidos políticos etiquetado para este propósito, como una forma de asegurar que las acciones emprendidas en verdad impulsen el liderazgo político de las mujeres.
Con la llegada de la primera presidenta de México, también llega el tiempo de las reformas que impulsen el empoderamiento femenino y de más acciones por la igualdad. Con Sheinbaum: es tiempo de mujeres.