Daniel Solís tiene la firme convicción de que la moda se encuentra con el arte como expresión de una densidad estética que muchas veces inspira y atraviesa. Cuando diseña, con absoluta libertad, éste joven utiliza materiales, texturas, colores y proporciones para dar forma al cuerpo como mejor le place. Gracias a su original propuesta, en la que fusiona dramatismo, fantasía y componentes heterodoxos que trasgreden cánones de la industria del vestir, hoy es considerado un “niño terrible” en la moda tapatía.
Admirador de Alexander McQueen, su creatividad floreció en un negocio familiar. Ahí aprendió el oficio de la marroquinería aplicada en bolsos y otro tipo de accesorios. Luego, su curiosidad lo llevó a utilizar las mismas técnicas para confeccionar arneses. Gracias a las redes sociales otros diseñadores conocieron su trabajo y lo invitaron a colaborar. El siguiente paso fue crear una marca propia. Bajo el nombre Danniel Von Teese presentó una espectacular colección manufacturada con pieles y materiales sintéticos.
Sus innovaciones llamaron la atención de algunos personajes de la vida nocturna, quienes le confiaron la elaboración de fastuosos vestuarios. Hoy, Daniel Solís es un diseñador que poco a poco cobra notoriedad, con clientes en España, Italia, Estados Unidos, Chile, Argentina, Brasil y Canadá. De igual forma viste personalidades del espectáculo mexicano, entre ellas la cantante Alejandra Guzmán. Platicamos con éste talento emergente de Guadalajara para quien la moda es más que un simple negocio.
¿Qué te inspira cuando diseñas?
Las ideas me vienen de películas, pinturas, series y hasta de fotografías. Me gusta mucho la estética oscura porque me parece un mundo fascinante que se puede explorar utilizando patrones poco ordinarios. También me inspiran las vampiresas y las mujeres fatales.
Uno de tus méritos fue llevar el uso del arnés a la alta costura, ¿cómo se dio esto?
Cuando comencé lo primero que hice fueron arneses. En ese momento nadie los fabricaba en la ciudad, pues su uso era asociado al fetichismo y sólo se conseguían en las sex shops. Al principio los hice para mí y comencé a usarlos con camisa de vestir en diferentes eventos. A muchas personas les gustaron, entre ellas varios diseñadores que me los pidieron para sus colecciones. Incluso la Miss Universo Ximena Navarrete los utilizó.
¿Cuál es tu nexo con los shows nocturnos?
Entre mis clientes tengo algunas drag queens. Esto se dio a partir del año pasado cuando vinieron tres participantes de Rupaul’s Drag Race. Fui a verlas y a una de ellas, llamada Gia Gunn, le llevé un vestuario de regalo. En realidad llevaba tres, uno para cada una, pero Gia quiso comprarme todo. Después los utilizó en sesiones de fotos en las que me dio crédito. Así comenzaron a buscarme otras drag queens de México y del extranjero.
Después llegó Alejandra Guzmán…
Sí, un amigo suyo me contactó porque quería renovar su imagen. Me pidió que preparara una propuesta con varias piezas. Hice los diseños y llegó el día. Nos vimos aquí, en Guadalajara, aunque no sólo estuve yo, también había otro diseñador, y ella iba a elegir el que más le gustara. De lo mío se llevó todo y del otro chavo sólo un vestido. Ya tengo más de un año diseñando las prendas que utiliza en sus conciertos.
¿Cómo ves el panorama de la moda en Guadalajara?
Me parece estancado. Se presentan colecciones muy similares a las que ya se vieron en otras temporadas. La ropa me resulta común y carente de imaginación, tal vez porque siempre me ha gustado salir de lo habitual, aunque a los demás les parezca raro. Cuando comencé a diseñar la gente me decía: “Con tus creaciones aquí no vas a pegar, mejor vete a otro lugar”, pero mis diseños no son para todos.