Anderson Cooper, uno de los periodistas más respetados en Estados Unidos, abiertamente gay, dio a conocer el fin de semana pasado la noticia de que se convirtió en papá del pequeño Wyatt Morgan Cooper. En un conmovedor mensaje que subió a su cuenta de Instagram y que también sirvió como guion de su mensaje en televisión para CNN, el reportero dijo: “Como un niño gay, jamás me imaginé que podría tener un hijo y estoy muy agradecido con todos aquellos que pavimentaron el camino, por los doctores, enfermeras y por todos los involucrados en el nacimiento de mi pequeño”.
Después viene la parte más relevante de su comunicado: “Más que nada estoy agradecido con la extraordinaria madre subrogada que cargó a Wyatt y lo observó con amor, con ternura y que lo dio a luz. Es una bendición extraordinaria, lo que ella y las madres subrogadas dan a las familias que no pueden tener hijos. Mi madre subrogada tiene a su propia familia, un increíble esposo que la apoya e hijos y yo estoy muy agradecido por todo el apoyo que le han dado a Wyatt y a mí. Mi familia está bendecida de tener esta familia en sus vidas”.
El asunto de la maternidad subrogada es muy controversial, particularmente en la comunidad gay. Un grupo de activistas considera que es un negocio injusto y que cumple con los caprichos de hombres que con dinero pueden aprovecharse de las situaciones precarias de algunas mujeres. Por otro lado, existen procesos transparentes y personas dispuestas a ayudar a formar una familia a quien no puede tener hijos, ya sea heterosexuales u homosexuales.
Más allá de esa controversia, en la cual seguramente invertiremos mucho tiempo en el futuro, la llegada de Wyatt es importante en términos de visibilidad de las familias diversas. Cooper, como el profesional de la comunicación que es, envió un mensaje perfectamente cuidado, para que llegara a su audiencia con un eco de inclusión, respeto y amor. Por un futuro con muchas familias diversas.