Elton John ayer fue reconocido con su segundo premio Oscar en la categoría a Mejor canción por el tema “(I’m gonna) Love me again”, que forma parte de la banda sonora de la cinta Rocketman, una de las mejores películas de año pasado (e infinitamente mejor que Bohemian Rhapsody) y que fue ignorada en diferentes categorías (Diseño de producción, Vestuario, Edición y mezcla de sonido y por supuesto Mejor Actor), por la Academia.
Rocketman es solo uno más de los logros en la carrera de Elton John. El Oscar es un evento que permite que desde hace 28 años el artista realice una de las labores más importantes de su vida (lo relata justamente al final de la cinta sobre su historia), la recaudación anual para la Elton John’s AIDS Foundation, en lucha para terminar con la epidemia del VIH. Este año, la fiesta para ver el Oscar y su posterior subasta recaudó 6.4 millones de dólares para poder ayudar a esfuerzos en 23 países y así otorgar tratamiento, pruebas y cuidados para la gente en riesgo de transmisión o que vive con VIH.
La gala contó con las celebridades LGBT+ del momento, como el elenco de Queer Eye, que fueron los anfitriones de la noche y Billy Porter entre muchos otros actores y actrices de la diversidad y aliados. El año pasado, Elton John nos regaló uno de los relatos cinematográficos más hermosos sobre el recorrido de un hombre gay y año con año, gracias a esfuerzos como estos, nos hace valorarlo cada vez más. Esto es enteramente un icono gay.