Feliz 2022, sonreír no es obligación

  • Voces que inciden
  • Omar Rivas Maldonado

Laguna /

Sabemos que todas las personas actualmente vivimos situaciones que nos motivaron y otras que nos dejaron sin energía, y por lo tanto nos hacen querer tomar un descanso, y en ese sentido está bien y es bueno darnos cuenta de que no podemos con todo.

Vivimos en una sociedad y una cultura que nos presiona constantemente para estar “bien” para estar siempre “felices” y para ser “exitosas”. 

Creo precisamente esa presión que ejercen la sociedad, familia, amistades y hasta la pareja, en cada una de nosotras es la que nos hace perder de vista las cosas buenas.

Es importante recordar nuestros logros y sobre todo lo que somos capaces de hacer. 

Pero para que este artículo no se vuelva más de lo mismo que tendemos a consumir (en su mayoría visiones positivistas de lo que debemos o no hacer), les invito a sumar a su experiencia también aquellas vivencias que no han sido gratas o provocaron dolor y tristeza.

Estas experiencias son las que nos hacen crecer, no podemos borrarlas de nuestra historia de vida, por el contrario, podríamos abrazarlas y tratar de integrarlas en nuestro presente y futuro. 

Son parte de lo que fuimos, somos y tal vez no queramos ser.

El que iniciemos un nuevo año o ciclo para muchas personas significa renacer, reorganizarse, replantear su camino, fijarse nuevas metas, redescubrir nuevos vínculos y creo necesario en cada plan por realizar, seamos nuestra prioridad (sin caer en el individualismo), procurando crear nuestro propio bienestar para estar fortalecidas y en ese sentido poder ser de apoyo para otras.

Recordemos que cada plan será realizado al tiempo y al ritmo que cada persona necesite, sin compararnos con las demás.

Si en lo personal crees que necesitas uno o muchos cambios en tu vida, este 2022 podría ser un buen año para hacerlo; donde las personas podamos adquirir las herramientas necesarias para afrontar nuestras propias adversidades y darle solución a las problemáticas que se nos presenten saliendo lo menos afectadas posibles.

Como dice mi amiga Laura H. Esquivel: “Sin prisa, pero sin pausa”.


@incidefemme

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