La gran ausente en los eventos de despedida del hasta hace unos días mandatario mexiquense, Alfredo del Mazo, fue su cercana ex colaboradora y excandidata de la alianza PRI-PAN-PRD a la gubernatura, Alejandra del Moral, una de las primeras invitadas a la sesión del último Informe de Gobierno de Del Mazo; pero ella rechazó la distinción.
Del Moral se había alineado a todas las instrucciones que le había dado su exjefe y en algún momento promotor; pero decidió no presenciar un agradecimiento de y a Andrés Manuel López Obrador, algo —según nos platican— devastador para ella, en el entendido de que logró acumular por sí misma casi 2.8 millones de votos.
No menor la proporción de votantes que contra todas las adversidades consiguió Del Moral en los comicios de junio pasado, suficientes para construir una sólida fuerza política opositora, incluso bajo los colores de un nuevo partido; sobre todo cuando aquellos apoyos difícilmente pudieron venir de las estructuras partidistas que la abanderaban, subordinadas en su mayoría para abrirle paso a Morena y a su candidata.
Esos millones de votos que representa Alejandra del Moral son motivo de preocupación para el nuevo gobierno de Delfina Gómez; pero también son objeto de deseo para el PRI y para el Frente Amplio por México a nivel nacional. El más interesado en capitalizarlos es Alejandro Moreno, quien ya trabaja en la estrategia para incorporar la imagen de su tocaya a la estrategia de comunicación de Xóchitl Gálvez, en cuyos eventos la mexiquense aún no se ha dejado retratar.
Del Moral, dicen sus cercanos, estará muy seguramente en el proyecto del Frente, buscando con muchas posibilidades un lugar en el Senado de la República, aunque convencida de que la fuerza que acumuló en el Estado de México debe alcanzarle para mucho más; en especial para intentar neutralizar un proyecto del naciente gobierno local morenista que, según se ha anunciado, buscará reformas idénticas a las implementadas a nivel nacional y que en el papel, empiezan ya a representar preocupación de grave riesgo financiero.
Palabras clave
A decir de personajes que se dieron cita a la toma de posesión de Delfina Gómez -entre ellos exgobernadores como Eruviel Ávila, Arturo Montiel y Emilio Chuayffet-, la resistencia de Alejandra del Moral no es precisamente partidista. Va más allá.