A la candidata presidencial de la oposición, Xóchitl Gálvez, se le dio una segunda oportunidad; las mediciones habrán de llegar a su cuarto de guerra y determinarán si su desempeño anoche en el debate de los aspirantes al máximo cargo político del país fue suficiente para mantener hasta el final de la contienda el apoyo de los liderazgos opositores.
Hay rumores de que los partidos que la abanderaron le habían dado de plazo hasta el primer debate para demostrar que tenía posibilidades de triunfo; pero los errores de producción de aquel ‘reality show’ que armó el INE, no permitieron concretar la evaluación.
Así, Xóchitl llegó con el apoyo de los partidos hasta este segundo encuentro en los Estudios Churubusco, con la condición de que se alejara de sus asesores y regresara a su perfil original: el de aquella mujer franca y entrona que se coló a la candidatura.
El principal damnificado es su asesor político de cabecera, Aldo Campuzano; el también encuestador sigue en la campaña, pero ya con una presencia muy acotada. En la preparación del debate apenas y pudo soltar un par de sugerencias, las cuales, por cierto, fueron rechazadas por Alejandro Alito Moreno.
El líder nacional del PRI es precisamente quien habría tomado las riendas de la campaña y se notó en su asesoría para el debate; por lo menos hasta este segundo debate presidencial. Alito se propuso demostrar que, sin importar el desprestigio que arrastra, es el mejor operador político de alianza, más efectivo que los panistas Santiago Creel, Marko Cortés y el perredista Jesús Zambrano.
No es coincidencia entonces que, a unas horas del evento de ayer por la noche, se haya hecho pública una nueva denuncia contra Alejandro Moreno, por un presunto desvío de 4 mil millones de pesos durante su gestión como gobernador de Campeche; lo que se suma a muchas otras querellas.
De los resultados de ayer dependía ese patrocinio partidista para propaganda política a lo que resta de la campaña de Xóchitl. De no alcanzar el estándar deseado, dicen cercanos al cuarto de guerra, el dinero iba a enfocarse a aquella apuesta donde se percibe que la oposición puede ganar: la elección de la CdMx, con Santiago Taboada. Tenía que recuperar a los señores del dinero.
Palabras clave
El debate: Una Xóchitl más ofensiva, con menos equivocaciones, pero sin sofisticación alguna en sus argumentos. Fue una bocanada de aire para recuperar a sus patrocinadores. Claudia, en la misma línea; a pesar de los ataques, ecuánime, no cayó en provocaciones, dio propuestas y se respaldó con datos; en momentos respondió con fuerza. Máynez, articulado, con propuestas y tuvo mayor presencia.