La presidenta electa de México, Claudia Sheinbaum, deberá tomar en los próximos días una de las decisiones más importantes para su administración: el nombramiento del próximo titular de Pemex, empresa que en el siglo pasado sostenía las finanzas gubernamentales y que hoy podría ser responsable de una catástrofe económica si no se maneja correctamente.
Pese al apoyo del el gobierno de AMLO —con casi 2.3 billones de pesos transferidos desde Hacienda— no ha logrado superar sus niveles de producción y mucho menos su situación financiera: araña los 1.5 millones de barriles diarios en extracción de crudo y carga con deudas en bonos internacionales cercanas a los 110 mil millones de dólares.
El riesgo de cargar como Estado a una empresa en tan delicada situación es que se contaminen sus propias finanzas, y que las calificadoras a nivel internacional castiguen a nivel país el grado de inversión, lo que detonaría de manera inmediata la tan temida fuga de capitales.
Para nadie es un secreto que, con la venia de AMLO, el actual mandamás de la petrolera, Octavio Romero, cabildea para mantenerse en el cargo, pero esa alternativa, por las condiciones aquí relatadas, parece que está descartada. Se requiere de un director con capacidad para sanear las finanzas y, por ello, se ha involucrado en el proceso de selección a Rogelio Ramírez de la O.
Por su escritorio han pasado diversos nombres, pero ninguno ha logrado llenarle el ojo a Sheinbaum, o bien, por la dificultad del reto, los elegidos no aceptaron la invitación. Lázaro Cárdenas Batel es un ejemplo de ello; en el caso de Raquel Buenrostro se trató de una propuesta de Sheinbaum que Ramírez de la O vetó.
Se sabe que, como ocurrió en el caso de la CFE con el nombramiento de Emilia Esther Calleja, la próxima presidenta empieza a inclinarse para Pemex por un perfil técnico como el de los académicos de la UNAM Víctor Rodríguez Padilla o Jorge Islas Samperio; y en los últimos días se ha analizado también el nombre del actual subsecretario de Egresos, Gabriel Yorio, como un mensaje para tranquilizar a los mercados internacionales.
Palabras clave
Más allá del perfil seleccionado, gran parte del control de la empresa se mantendrá en la Secretaría de Energía, donde despachará la ex secretaria de Finanzas de CdMx Luz Elena González, mujer de todas las confianzas de la presidenta electa.