Intubación

  • Vademecum
  • Óscar Hernández G.

Laguna /

A partir de la pandemia de COVID recientemente pasada, la población general comenzó a familiarizarse con términos y palabras que anteriormente eran casi de uso exclusivo de hospital. 

Por ejemplo, cubre bocas, gel antibacteriano, estornudar de manera adecuada, lavado de manos, aislamiento etc etc; incluso utilizó diariamente términos como oxigenación, radiografías, tanques de oxígeno y saturación de oxígeno; pero quizá el término que logró marcar a la población mundial y que nunca olvidará es el de: Intubación. 

Las personas sabían que cuando un paciente era intubado, era porque estaba sumamente grave; sus pulmones estaban afectados y el paciente padecía de una dificultad para respirar importante; que era indispensable ayudarlo a respirar con un ventilador mecánico previo procedimiento de Intubación.

Es decir, se coloca un tubo endotraqueal de un material parecido al plástico, silastic, de un diámetro aproximado de 1 cm y de una longitud de 15 cm aproximadamente; realizar este procedimiento médico (no quirúrgico) es con mucho el más intenso y apasionante que puede existir en medicina, sobre todo si se realiza en el momento justo y de manera adecuada; indiscutiblemente salva la vida del paciente y le permite continuar con el tratamiento médico-quirúrgico en la unidad de Terapia Intensiva. 

Sin embargo, lo primero que hay que hacer en el paciente grave con dificultad respiratoria importante, es Intubarlo; dicho procedimiento en ocasiones es muy difícil, por diferentes factores como: 

cuello corto y ancho, vía aérea tráquea y cuerdas vocales hinchadas, sangrado y moco abundante en la orofaringe que no deja ver, falla del aspirador de moco, falta de un buen laringoscopio con buena luz, o bien no hay quien asista y ayude al intubador; y también la desesperación del paciente que literalmente se ahoga; o bien no hay sedantes ni relajantes a la mano y también, desde luego, cuenta la pericia del médico para intubar, por lo general los mejores son los médicos de Terapia Intensiva, Urgenciólogos y Anestesiólogos. 

Por cierto, he visto y he sido parte de un desfile de un médico tras otro, de distintas especialidades, para lograr intubar a un enfermo difícil. 

La meta es siempre lograr intubar al paciente que lo requiere “a como de lugar”: por la boca, por la nariz, o con métodos alternativos, o de plano con traqueotomía de urgencia; pero ese paciente debe recibir ayuda para respirar y oxigenar su cuerpo!.


sinrez@yahoo.com.mx

Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS

¿Ya tienes cuenta? Inicia sesión aquí.

Crea tu cuenta ¡GRATIS! para seguir leyendo

No te cuesta nada, únete al periodismo con carácter.

Hola, todavía no has validado tu correo electrónico

Para continuar leyendo da click en continuar.