¡Me pongo de pie!

  • Vademecum
  • Óscar Hernández G.

Laguna /

En Tanzania se encuentra el volcán Sadiman, que emitió una extraña ceniza muy espesa que contiene carbonatita; esta ceniza tiene una característica única: se petrifica y marca las huellas en presencia de agua. 

De esta manera, se pudo preservar uno de los eventos más antiguos de la historia humana; un evento único, que data de hace 3.6 millones de años, en nuestra familia humana.

Fue la paleontóloga Mary Leakey que, en sus andanzas en el año de 1978, halló las huellas de dos criaturas, y posiblemente una tercera, que tal vez sea un infante. 

Estas huellas inmortales parecen pertenecer a un homínido, el extinto Australopithecus aferensis; el clan familiar tenía a la cabeza a la homínida conocida como Lucy. 

Son pisadas que muestran a las primeras criaturas que caminaban erectas por África; a veces lo hacían en pares o bien en fila india. Leaky declaró: 

“Estas huellas demuestran que los primeros antepasados del hombre caminaban completamente erguidos, y que los demás mamíferos andaban en cuatro patas”. 

El asunto de las cuatro patas tomó una dirección distinta, en tiempos del socialismo soviético. 

En la obra del escritor Owell, conocida mundialmente como La Granja de los animales, el autor representó al mundo animalísticamente, con un cerdo llamado Snowball; él era el líder de la manada; una familia analfabeta compuesta por los demás animales; el cerdo representaba una crítica mordaz y era, nada menos y nada más, que el gran dictador ruso Stalin. Snowball, como buen cerdo, trató de unificar a su manera su mundo animal, y proclamó una de sus leyes fundamentales: 

“Cuatro piernas es bueno, dos piernas es malo”. 

Una copia del retroceso que implicaba la vida política y autoritaria de Stalin en aquellos años. 

La evolución humana es lenta, pero muy efectiva; sólo el aumento del tamaño del cerebro, y el desarrollo del pulgar, están a la altura del bipedismo, donde ya no hay marcha atrás. 

Los retrocesos del hombre no se dan en la evolución corporal o biológica. 

Estas marchas atrás y retrocesos se han dado y estarán presentes siempre en el terreno ideológico, como imborrables también.


sinrez@yahoo.com.mx


Más opiniones
MÁS DEL AUTOR

LAS MÁS VISTAS