Visibilizar el grave problema de la desaparición de personas en Puebla como lo ha hecho el gobierno estatal, finalmente le da la razón al Colectivo La Voz de los Desaparecidos.
El reporte de la desaparición de poblanos, su búsqueda, localización y rastreo de su paradero es un fenómeno social y de seguridad que existe y ha ido creciendo año con año, venía insistiendo María Luisa Núñez, vocera y madre buscadora.
Independientemente de las cifras discordantes entre las agrupaciones no gubernamentales y los datos oficiales, lo verdaderamente relevante es que el gobierno estatal visibiliza el grave problema.
La secretaría de Gobernación, Ana Lucía Hill Mayoral, fue la voz cantante en la conferencia mañanera del gobierno estatal y reveló los datos en poder de la Comisión Estatal de Búsqueda de Personas Desaparecidas.
Admite como reportadas mil 363 personas desaparecidas en Puebla, de las cuales 577 siguen sin ser localizadas.
Se han reportado 570 casos de mujeres: 402 encontradas y 168 sin localizar. Además, 793 hombres: 384 encontrados y 409 sin localizar.
Pero el Instituto de Derechos Humanos Ignacio Ellacuría, SJ, de la Ibero Puebla, toma como válidas las cifras del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (Rnpdno) del gobierno federal, y solo hasta julio de 2021, en Puebla había 2 mil 882 personas desaparecidas.
La Voz de los Desaparecidos de Puebla tiene el registro de personas desaparecidas de 1964 a la fecha, con un total de 2 mil 385 poblanos no localizados. Solo de enero a julio de este 2022 se han abierto 922 carpetas de investigación y de dicha cifra, 453 fueron mujeres víctimas.
Las desapariciones de los últimos años están vinculadas a la actividad de grupos delictivos relacionados a diversos ilícitos como narcomenudeo, trata de personas y extorsiones.
El caso más reciente de la vinculación de grupos delictivos con las desapariciones fue el asesinato de la madre buscadora Esmeralda Gallardo, ultimada por sicarios en la Unidad Habitacional Villa Frontera.
Esmeralda tenía un año y medio de buscar a su hija Betzabé, desaparecida cuando viajaba con su amiga Fabiola Narváez.
Una de las sospechas de la madre buscadora era el delito de trata de mujeres; el gobierno federal reportó que Betzabé había sido también asesinada, pero nada se sabe de sus restos, ni cómo, ni cuándo fue privada de la vida.
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