En el partido oficialista Morena se les hizo bolas el engrudo con la candidatura a la gubernatura.
Finalmente el Consejo General del INE aprobó la paridad de género y la alternancia en la postulación de una mujer en ese cargo.
La paridad de género obliga a los partidos políticos a postular a cinco mujeres y cuatro hombres en las nueve gubernaturas en 2024.
En noviembre y diciembre los partidos políticos deberán notificarle al INE en qué estados, de los nueve, postulará mínimo a cinco mujeres, pero pueden ser más; en el caso de Puebla deberán hacerlo el 24 de diciembre.
En cuanto al criterio de alternancia de género, establece el organismo electoral que en los estados donde un hombre sea actualmente gobernador, deberá postularse a una mujer.
Solo de esta manera se obliga a garantizar la alternancia de género, y en la entidad poblana es el caso obligatorio para todos los partidos.
En el PRI se han preparado con la camaleónica Nancy de la Sierra, que de priista se hizo de la 4T a través del PT para llegar al senado, pero ahora la rehabilitaron como alternativa de postulación femenina.
En el PAN la carta sería la senadora Nadia Navarro, apoyada por la virtual candidata presidencial Xóchitl Gálvez Ruiz, de quedar imposibilitado el panista Eduardo Rivera Pérez.
Ahora, de acuerdo a la lista final de siete de los y las aspirantes de Morena que serán medidos mediante encuestas, figuran Lizeth Sánchez, Olivia Salomón y Claudia Rivera.
Con todo y sus méritos plausibles de género de estas morenistas, para la contienda por la gubernatura en 2024, está “flaca la caballada” morenista, pero por fortuna cuentan con un partido fuerte.
Olivia Salomón, por ejemplo, tiene experiencia gerencial en el sector privado y como ex secretaría de economía, pero bajo reconocimiento entre la población al carecer de arraigo, y no tiene trayectoria ni militancia activa en el movimiento de la cuarta transformación. Es una advenediza.
Por su parte Claudia Rivera, tiene un alto nivel de conocimiento porque fue alcaldesa de la ciudad capital, pero está reprobada por su pésima y nefasta gestión.
El principal negativo de la ex alcaldesa lo fue su derrota electoral en su intento de reelegirse, con todo y su militancia como fundadora del movimiento lopezobradorista en la entidad.
En contraste, la imagen de la ex secretaría de Bienestar, Lizeth Sánchez, es de mayor reconocimiento y aprobación en el estado.
Sánchez tiene la fortuna de estar al frente de los programas sociales insignia de la 4T, además de ser militante de izquierda como cuota del Partido del Trabajo en el gabinete estatal.