El acuerdo de paridad y alternancia de género en las nueve gubernaturas aprobado por el INE le complicaron las decisiones a cúpula de Morena, al del Palacio y a la “corcholata” presidencial.
El pasado fin de semana el dirigente nacional Mario Delgado Carillo informó será el 10 de noviembre -no el 30 de octubre- cuando se darán a conocer los resultados de las encuestas para definir candidaturas.
Clara Brugada, contendiente por la jefatura al gobierno de CdMx, le atribuyó la decisión a la situación de contingencia en el estado de Guerrero; sin embargo, el problema es mayor.
En la capital del país no solo se le complica a Morena y a Claudia Sheinbaum la candidatura por la paridad y alternancia de género, sino por las recientes revelaciones contra Omar García Harfuch con el cártel de Sinaloa.
Puebla es de los estados donde Morena deberá decidir quién será el o la abandera, y pasa por la revisión obligada de la constitución política que contempla la equidad y alternancia de género.
En la entidad se legisló la equidad de género en la postulación de candidaturas, pero en la alternancia de género -de un hombre a una mujer-, se blindó al patriarcado.
Los diputados del Congreso local impusieron un “candado” legislativo para que este criterio de alternancia se aplique después de las elecciones de 2024.
Si Morena y otros partidos políticos incumplen la resolución del INE de postular solo mujeres a la gubernatura, tendrán que iniciar un juicio ante el Tribunal Electoral Federal.
Necesariamente deberán esperar la resolución del TEPJF si hace prevalecer la constitución local que reconoce la alternancia de género pero es aplicable sino hasta el 2030.
Existen voces que califican la alternancia de género en las gubernaturas como un criterio anticonstitucional porque conculca los derechos de los ciudadanos de votar y ser votados, independientemente del sexo, raza, color, creencias religiosas …
En este contexto, si Morena le apuesta en empecinarse por postular a un hombre, obligadamente tendrá que esperar la sentencia judicial de los magistrados del TEPJF, y un revés dañaría su imagen.
Y más allá de que los tres perfiles más competitivos presionen para que sea un de ellos, la dirigencia nacional de Morena tiene en las encuestas de la Comisión Nacional de Elecciones datos nada alentadores de la baja competitividad de las tres mujeres, a diferencia de los tres hombres.
Claudia Rivera, Olivia Salomón y Lizeth Sánchez no tienen los puntajes de aprobación, con mucho, a los obtenidos por los primos Nacho Mier y Alejandro Armenta, o Julio Huerta.