La pasada convención bancaria se centró en tres grandes oportunidades para México: inclusión, sostenibilidad y nearshoring. Por el lado del financiamiento a estas oportunidades, todo el sistema financiero debe innovar para salir del letargo en el que nos encontramos.
Según cifras de Banxico, la contracción del financiamiento al sector privado no financiero como porcentaje del PIB, resultado de la crisis bancaria de 1994, duró 12 años, pasando nuestra penetración financiera de un 50 a un 30 por ciento. Le siguieron 10 años de recuperación que llevó nuestra penetración a un 40%, pero desde 2016 hemos estado estancados debido a un nulo crecimiento en el financiamiento a nuestras empresas, en un 25% del PIB.
Desglosando este estancamiento, notamos un vigoroso crecimiento reciente al financiamiento al sector de las grandes empresas, y el sector que jala la tendencia hacia abajo es el crónico deterioro al financiamiento a las empresas de menor tamaño, mientras el financiamiento a los hogares ha permanecido estancado en un 15 por ciento desde 2008.
La responsabilidad mayor cae sobre el sector bancario, y yo diría que también en las afores, porque ambos en su totalidad administran 99 por ciento de los fondos domésticos prestables para el desarrollo de México. El mayor obstáculo para lograrlo, según yo, son sus economías de escala que tienden a concentrar sus recursos en los proyectos más grandes, porque presentan costos unitarios menores de originación.
Pero aprovechando esta natural selección, yo diría que ambos deben de apoyar al financiamiento a la infraestructura necesaria para el nearshoring principalmente cubriendo todos los déficits del sureste, y financiando el establecimiento de las empresas. Y la inclusión debe atenderse por la vía digital porque es la que presenta los menores costos de la originación.
Pero para cerrar la pinza de una verdadera revolución digital es necesario darles a las autoridades supervisoras (CNBV y Consar) la capacidad tecnológica y de capital humano que permita vigilar el sano desarrollo del boom de financiamiento que necesitamos para aprovechar la oportunidad que se nos presenta.