Querido lector. Estamos en el corazón de las festividades navideñas que yo diría que ya abrazan a todas las sociedades del mundo. Porque ya hace mucho, y para muchos, y de manera creciente, que el origen de la celebración navideña, el nacimiento de Jesucristo, se ha desmembrado de la razón de la celebración para convertirse para todos en una fecha que deja nada más los significados religiosos de la Navidad como emblemas de la celebración. Donde hacemos un espacio de amor con nuestros seres queridos.
Según sus intérpretes, Rumi, poeta místico persa de hace casi 800 años, asociaba estas fechas con la generosidad proveniente de nuestra sola presencia en actitud de darnos, pero también a la luz y belleza que todos queremos expresar decorando nuestros árboles navideños y nuestras casas. Porque, decía el poeta, la luz y la belleza son los representantes más puros de la generosidad.
También estas fechas las dedicamos a agradecer a nuestros semejantes, pero también a la vida, a nuestro nacimiento, olvidándonos de nuestras tristezas. Son tiempos donde muchos de nosotros nos esforzamos por ejercer nuestra compasión hacia los menos favorecidos, cuando ésta quisiera que estuviera presente los 365 días del año.
Son tiempos de disfrutar, pero también del regocijo. Y por supuesto, son tiempos de ejercer nuestro amor, que también significa perdón. Donde dejamos más que nunca, según Rumi, que la luz transformadora del amor se apodere de nosotros para dar lugar en toda su expresión al ave fénix que es el corazón del que ama. Donde marcamos con el fin de año la esperanza de nuestra propia transformación evolutiva en el año que viene.
“Hay una mañana en que te invade la presencia, y cantas como un gallo en tu forma color tierra.
“Tu corazón escucha y, ya no frenético, comienza a bailar. En ese momento el alma alcanza el vacío total.
“Tu corazón se convierte en María, milagrosamente embarazada, y el cuerpo, como un Jesús de dos días, dice palabras de sabiduría.
“Ahora el corazón se vuelve luz y el cuerpo acelera el ritmo.
“Por donde camina Shams Tabrizi, las huellas son notas musicales y agujeros por los que caes al espacio”. Rumi.
Feliz Navidad a todos mis lectores.
@PatyArmendariz