Mucho hemos celebrado que la tasa de desocupación en México (Población Económicamente Activa desocupada/Población Económicamente Activa Total) es la segunda más baja del mundo y se ha mantenido ahí desde 2023. Esto solamente es compatible con el bajo crecimiento económico si la Población Económicamente Activa (PEA, población de 15 años y más dispuesta a trabajar) se ha adaptado al ritmo de la economía, y el resto se ha retirado a engrosar a la Población No Económicamente Activa (PNEA, Población mayor a quince años que no busca empleo).Lo anterior puede corroborarse en la tabla 1, donde vemos principalmente el último año un casi nulo crecimiento de la PEA, mientras que observamos un crecimiento del 3.7 por ciento de la PNEA. A su vez, este segmento poblacional se divide en disponible para trabajar, pero que no busca empleo, y la no disponible para trabajar. Sorprendentemente lo que observamos es que es la población no disponible para trabajar la que ha aumentado.
La PNEA se divide principalmente en 3 segmentos: las amas de casa, los estudiantes, y los que se retiran por edad. De este, el que más creció es el de amas de casa (quehaceres del hogar), representando alrededor del 45-50% de la PNEA no disponible total y el mayor incremento absoluto (estimado en ~1 millón adicional entre 2024-2025, alineado con el patrón femenino). Los estudiantes crecieron moderadamente (~0.5-0.7% anual, ~300-400 mil), impulsados por políticas educativas, mientras que los retirados/jubilados aumentaron ~0.8-1 millón en el período, pero por debajo del de amas de casa en magnitud absoluta.
¿Por qué las amas de casa se retiraron de trabajar? Aquí mi hipótesis es tal vez por el subsidio gubernamental que inició este año a mujeres entre 60 y 64 años, o porque el salario real de sus esposos aumentó lo suficiente como para que ellas se dedicaran a tareas del hogar.
De todas maneras es seguro que el salario sombra de este segmento femenino (salario al que una persona está dispuesta a trabajar) se mantuvo alto con respecto al salario disponible, ya que disminuyó su participación laboral significativamente. También la hipótesis del aumento en el salario real se mantiene, ya que éste ha crecido en promedio anual ajustado por inflación, en un 4 por ciento.
La otra conclusión es que se nos está yendo el bono demográfico. El segundo factor de crecimiento de la PNEA sin disposición de trabajar fue el crecimiento de la población de 60 años y más.
Aprovecho la ocasión para desear a Milenio y todos sus lectores un próspero año 2026.