La tasa de participación laboral (personas en edad de trabajar/fuerza de trabajo) de la mujer mexicana pasó de un promedio mensual de 42.8 el sexenio anterior a 44.2 por ciento en lo que va de este sexenio. En contraste, la tasa de participación laboral masculina pasó de 78 a 76 por ciento. Los parámetros de la OCDE son de 56 por ciento para las mujeres y 69 por ciento para los hombres, es decir, aún existe una brecha importante por incorporar a la fuerza de trabajo por parte de las mujeres mexicanas, mientras que para los hombres se irá corrigiendo a la baja en la medida en que se incorporen más a la formalidad y disminuya la edad de retiro.
La brecha femenina representa una importante oferta potencial de trabajo, misma que debe ser aprovechada, más ahora que nos encontramos en condiciones de pleno empleo, y anticipamos una importante demanda laboral con el nearshoring. Además es urgente empoderar a la mujer mexicana, generando sus propios ingresos.
Ciertamente el incremento en la demanda laboral representará un incentivo para las mujeres de ocuparse, pero también su disponibilidad depende de la posibilidad de que alguien se ocupe de sus hijas e hijos mientras ellas trabajan.
Vemos que la política de entregar a las mujeres dinero para que ellas paguen a alguien por cuidar a sus hijos , y eliminar el sistema de guarderías pagadas por el gobierno, en el peor de los casos no disminuyó la participación laboral femenina y los promedios indican que ésta aumentó. Es difícil saber si este aumento se debió al cambio de política o es consecuencia de una tendencia creciente natural. Porque, por otro lado, las mujeres pudieron elegir aumentar su gasto con el subsidio de guarderías y no aumentar la oferta laboral.
En el pasado las restricciones presupuestales hicieron que el gobierno prefiriera eliminar el costo de la atención extendida en horas a las escuelas y asignar este ahorro al programa La Escuela es Nuestra, por el abandono físico en que se encontraban las aulas escolares.
Una buena política de ganar-ganar sería entregar el subsidio al cuidado infantil a las escuelas para que éstas vuelvan a dar el servicio con horas escolares extendidas más servicio de guardería a infantes.