Nuestro compromiso en la COP27 para reducir nuestras emisiones de CO2 aumentó de 22 a 35 por ciento. Y es que a partir de 2018 y hasta 2021 hemos logrado reducir nuestras emisiones en un 20 por ciento gracias a medidas, entre otras, como la del Sistema de Emisiones de Comercio que encarecen los permisos de emisión para que le cueste menos al emisor instalar tecnologías menos contaminantes en comparación con el costo de adquisición del permiso.
Aun así, el reto de 15 por ciento adicional puede entrar a rendimientos decrecientes, como lo demostró el aumento en las emisiones en 2022 en 1 por ciento durante el año. Y ese reto se centra en la electromovilidad, toda vez que 64 por ciento de las emisiones proviene del sector de transporte.
En un país de grandes desigualdades como México, el reto es la accesibilidad de la mayoría de los motoristas, que son de escasos ingresos, y donde un automóvil eléctrico actualmente cuesta en promedio el doble que uno a gasolina. Y el reto aún más alto se encuentra en el transporte público, toda vez que las tarifas están controladas para ser accesibles a toda la población que lo usa, disminuyendo aún más la capacidad de pago de los dueños.
Considero que es urgente que los gobiernos estatales se concentren con recursos públicos en desestimular el transporte privado a través de sistemas colectivos limpios, como recientemente su viabilidad se ha probado con el trolebús elevado de la CdMx.
Es indispensable también generalizar la desmitificación de que todo lo tecnológicamente avanzado tiene que ser importado, reto que ya varias compañías han adoptado produciendo carros eléctricos mexicanos. Es necesario un boom en esta industria que estimule la competencia para inducir los menores precios que los mexicanos necesitamos para cooperar con la reducción de CO2. Es momento de que la innovación estimulada por la demanda se siembre en todos nuestros emprendimientos.
El siguiente contaminante son los residuos humanos y animales.
En este campo también es urgente la adopción de tecnologías innovadoras y de menor costo como el uso de humedales y biodigestores naturales, resolviendo también la demanda de plantas de tratamiento de aguas en nuestro país.
@PatyArmendariz