El sector educativo está de nuevo en el centro del reflector, y es que dos casos nuevos en Altamira de abuso de maestros contra alumnos, se suman a una lista de la que muy poco se conoce el desenlace.
¿Por qué es necesario que se publicite el resultado de la investigación que dicen hacer las autoridades competentes?
Por la sencilla razón de que la conclusión debe ser conocida, ya sea para que la imagen del maestro señalado quede intacta ante la sociedad, o de lo contrario también se sepa de una sanción ejemplar y quede como antecedente para que nadie en el futuro, ni siquiera se atreva pensarlo hacer.
Pero la opacidad en la que se manejan este tipo de casos se confirma al saber el avance que tienen las investigaciones de dos casos denunciados en planteles de Altamira.
Pareciera que se sigue un perverso manual que indica bajar la tensión quitando el problema; dejar que el tiempo pase y otros asuntos terminen por hacer que se olviden los casos.
Se sabe por la misma delegación de la Secretaría de Educación de Tamaulipas en la urbe industrial, que los maestros acusados por padres de familia fueron cambiados de escuela mientras continúa la investigación.
Los maestros, uno acusado de maltrato y otro de abuso sexual, se encuentran en este momento realizando tareas administrativas, con goce de sueldo.
En la misma situación, separado y en un puesto administrativo, todavía permanece otro profesor acusado de abuso sexual en una escuela de Ciudad Victoria, sobre quien se dijo pesa una investigación en la Fiscalía General de Justicia.
La representación local de Derechos Humanos advirtió hace semanas que cualquier empleado escolar, si sabe de un abuso y no lo denuncia también es responsable por omisión, e igualmente merecedor de una sanción.
Y en serio que no se trata de ensañarse con el magisterio; pero de sí de generar confianza entre las posibles víctimas y sus familias para una cultura de la denuncia.
Se trata de una posición firme respecto al tema de cualquier abuso contra escolares al interior de un plantel; que el trabajador de la educación mejor decida dedicarse a otra cosa que victimizar a un menor; unas vacaciones adicionales con cargo al erario no algo que espante. _