La autonomía que goza la universidad pública de Tamaulipas está por cumplir 50 años, de acuerdo con un programa conmemorativo que por tal efecto se ha preparado, del que hoy por la mañana se estarán dando detalles por parte del comité organizador.
Fue en 15 de marzo de 1967 cuando se publicó un decreto en el Periódico Oficial del Estado de Tamaulipas, en el que se otorgaba la autonomía para la Universidad, fundada años atrás precisamente en Tampico a partir de las escuelas de Medicina y Derecho.
El gobierno independiente de la escuela superior de los tamaulipecos, se logra tras la petición realizada al gobierno estatal de entonces, y tras marchas, mítines, así como una huelga de hambre que tuvo como escenario la plaza principal del puerto, así se lee en la sinopsis que al respecto han difundido los organizadores de la celebración.
Es por ello que el próximo 15 de marzo habrá de realizarse un acto en el lugar que hoy ocupa el asta bandera de la Plaza de Armas, ya que ahí fue el sitio donde tuvo lugar la concentración de partidarios por conseguir la autonomía universitaria.
Ahí se dejará una ofrenda floral para recordar el significativo acto, así como habrá un discurso por parte de uno de los integrantes del comité organizador, además de otros eventos antes y después de lo ya adelantado, sobre lo cual se ahondará este día.
La ahora Universidad Autónoma de Tamaulipas cumple 50 años como tal, de regirse bajo sus propias normas, fecha significativa en un momento que también es distinto a lo que fue el medio siglo que está por cumplir.
Nunca a la UAT le había tocado convivir con un partido distinto al PRI en el gobierno del estado. Hoy al interior de los centros universitarios que componen la máxima casa de estudios priva la incertidumbre como la expectación por el presente y el futuro.
Las cosas tendrían que ser distintas, así lo hace suponer el discurso aguerrido del pasado de los panistas, quienes señalaban a la Universidad de ser una dependencia más del gobierno del estado, que ponía y quitaba rectores a conveniencia, de despilfarro de recursos públicos, entre muchas cosas más.
Hoy la historia puede empezar a escribirse de otra manera, claro siempre y cuando los que ahora influyen en la toma de decisiones cumplan lo que tanto criticaron. Que la UAT sea eso, un contrapeso del poder, un lugar de consulta y opinión de la vida pública de Tamaulipas, pero ante todo un semillero de buenos profesionistas.