Vivimos en una emergencia constante. Con gobiernos que le dan la espalda a las víctimas y reprimen a quienes protestan para que su dolor sea escuchado, mientras reducen los presupuestos de seguridad y se niegan a aceptar cualquier propuesta para replantear el modelo y las instituciones de esta materia. Lo mismo sucede con la gestión del agua, la planeación de ciudad y las finanzas públicas. Los gobiernos de Movimiento Ciudadano le están heredando a las próximas generaciones un estado sin futuro y no podemos seguir así.
¿Qué hacer frente a esto? Esa es la pregunta que nos hicimos en Futuro de frente al proceso electoral de 2024. Decidimos que no podíamos responder esta pregunta solos, a nivel de dirigencia, y pusimos en marcha un proceso de diálogo interno con la militancia de todo el estado, para decidir de manera conjunta la responsabilidad que íbamos a tomar en un momento como este.
Teníamos dos caminos. El primero era participar solos en la elección, con el respaldo que nos daban las encuestas, las cuales nos ubican como tercera fuerza rumbo a la gubernatura, lo cual abría la posibilidad de empujar una plataforma de candidaturas legislativas que nos permitiera aumentar nuestra incidencia en el Congreso Local. De esta manera podríamos continuar el trabajo iniciado por Susana de la Rosa, quien con un solo voto en legislativo y el apoyo de las personas, logró sacar adelante las reformas por los Derechos de la población LGBTQI+ y otra reforma que garantiza el acceso a la salud mental a los grupos sociales que más la necesitan. Una hazaña. Sin embargo, calculamos que seguiría siendo muy difícil conseguir la aprobación de otras reformas pendientes como el Derecho a Decidir y el aumento sustantivo a los presupuestos de seguridad y prevención o la tan deseada reforma de vivienda. Es decir, que desde el poder legislativo podamos continuar jugando un papel de oposición y de lucha por los derechos, pero con grandes dificultades, como ha sido hasta hoy.
El segundo camino era buscar una coalición para sumar apoyo social con otras fuerzas políticas y de esta manera poder aspirar a hacer un cambio político en el estado. Un cambio anhelado que modificara las prioridades del gobierno. Una coalición que abarcara la gubernatura, alcaldías del área metropolitana, un número importante de municipios del interior y cambiar de manera importante la conformacion del Congreso estatal. A la par de esto, distintas fuerzas nos buscaron y dialogamos con todas, siendo la coalición que encabeza Morena la única con la que encontramos las condiciones para llegar a un acuerdo en el que estuvieran representadas nuestras luchas y la posibilidad de obtener los resultados electorales necesarios para poner fin a los gobiernos de Movimiento Ciudadano.
Es evidente que nuestras coincidencias con Morena están centradas en la lucha por la ampliación de derechos y la disminución de la desigualdad, y que al mismo tiempo hay otros temas en los que no tenemos una coincidencia plena. Desde Futuro hemos sido críticos con el papel de Morena en el Congreso de Jalisco y también hemos planteado que otro modelo de seguridad es posible y necesario. Nuestra opinión crítica sigue y seguirá estando presente en el debate público, y también nuestra búsqueda de acuerdos para materializar una agenda que cambie la vida de las personas. Para eso sirve la política.
En medio de esos dos caminos, la militancia de Futuro aprobó ir en una coalición con el objetivo de lograr el cambio urgente que necesita Jalisco, porque sabemos que todo va a seguir igual con la continuidad del actual gobierno.
Sabíamos que la decisión generaría controversia y que algunas personas no estarían de acuerdo. A ellas les decimos que nos den la oportunidad de demostrarles que otra política y otros gobiernos son posibles. Gobiernos que pongan al centro las necesidades de las personas, no los negocios, que pongan al centro la seguridad y la paz, no la soberbia y la indolencia. Por eso, esta coalición es por el futuro de Jalisco.