El 15 de marzo pasado, la prensa informó que el Museo de Arte Moderno “Carlos Olvera”, ubicado en el Centro Cultural Mexiquense, en Toluca, había sido reabierto luego de una temporada en que se mantuvo cerrado para reacondicionarlo y renovar su discurso museográfico.
A reserva de conocer sus mejoras, tal reapertura no fue acompañada de una exposición original nueva –cual es la vocación del recinto: renovar sus referentes respecto del acervo actual–, y el reacondicionamiento del museo se hizo sin que al frente se volviera a colocar el nombre del maestro Carlos Olvera, como ha sido reiteradamente solicitado. Además, la noticia de la reapertura se centró en el recorrido por solitarios pasillos del museo del gobernador Del Mazo y la titular de la Secretaría de Cultura del estado.
El Museo de Arte Moderno “Carlos Olvera” fue abierto al público en 1987, durante el periodo del gobernador Alfredo de Mazo González, con acervo de obras de Goitia, Orozco, Montenegro, Mérida, Tamayo, Murillo, O’Gorman, Izquierdo y El Corcito, por citar algunos autores relevantes. Su catálogo es uno de los más importantes y valiosos del país, pues consta de casi 800 obras, gracias a la compra directa del gobierno estatal, al intercambio y a las donaciones logradas por Leopoldo Flores (1934-2016) cuando fue su director, una de ellas del político y bibliógrafo mexiquense Mario Colín (1922-1983).
El objetivo del guión museográfico original fue mostrar al público cómo era la pintura en el siglo XIX y cómo cambió hasta hoy. Se organizó en cuatro salas permanentes, dispuestas en orden cronológico, que arranca con Germán Gedovius (1866-1937) y su famoso “Retrato de dama”, obra emblemática de los cánones del arte académico de su época, hasta el arte nuevo que se exponía en sus salas temporales.
Mucho hay que admirar en este museo que por doce años dirigió el maestro Carlos Olvera Avelar (1940-2013), y cuyos aportes a la difusión del arte consolidaron ese espacio en el país y le valieron el reconocimiento de sus pares, principalmente del artista Leopoldo Flores, quien a la muerte de Carlos Olvera en 2013 solicitó formalmente al Gobierno del Estado que inscribiera Carlos Olvera en el nombre completo del museo, acto que se formalizó por acuerdo del entonces titular de la Secretaría de Cultura el 15 de septiembre de 2017, fecha en que fue publicado en el diario oficial “Gaceta de Gobierno”, reconocimiento que hoy escatima la actual titular de la Secretaría del ramo, al ordenar retirar el nombre del maestro del muro de acceso al museo y negarse a colocarlo de nuevo, un rechazo que vulnera un reconocimiento público ya otorgado. Al tiempo.