Después de que en 2018 Andrés Manuel ganara la presidencia de la república y la mayoría en el congreso, se fueron dando gradualmente triunfos de Morena y aliados conforme llegaban los calendarios electorales de los Estados, la oposición en cada proceso local perdía elecciones y con ello gobiernos y congresos y cada vez disminuyéndose más electoralmente, de ahí a la actualidad no se han recuperado y todo indica que seguirán reduciéndose hasta extinguirse como partidos y como grupos políticos.
Desde la oposición le apostaron siempre a las cosas en el país iban a salir mal, hacían descripciones de catástrofe que nunca llegaron, aseguraban y con ello anunciaron que habría la implementación de un socialismo y un comunismo con una dictadura que les despojaría de la propiedad privada quitándoles sus bienes y repartirlos a los pobres y una narrativa fantasiosa que lo único que evidenció es la ridícula forma de confrontar políticamente a partir de calumnias que se caían solas con el paso de breve tiempo porque nunca pudieron sostener nada de lo que afirmaban.
La oposición no logra comprender un razonamiento básico, que consiste en que la ciudadanía se molesta cuando la pretenden engañar, cuando los dirigentes o candidatos de oposición le quieren dar un trato al ciudadano de ignorante, como si en la actualidad pudieran manipular la información y la realidad y con ello recuperaran la credibilidad de la gente, piensan en la oposición que la memoria dl colectivo social se puede borrar y en automático suprimir las historias de corrupción y de saqueo, lo vínculos con el crimen organizado que provocaron tanta muerte y sufrimiento en la época de Calderón.
Para ellos en la oposición es inconcebible que el Presidente Andrés Manuel hay generado un sentimiento de aprecio y agradecimiento de grandes sectores de la sociedad y que ello implicaba que si desde la oposición se insultaba o calumniaba al presidente habría toda una reacción masiva contra quienes agredían a López Obrador, para la oposición la gente se dejó comprar por dinero que ordinaria e indebidamente les da el gobierno descalificando los programas de paternalismo y populismo y ofendiendo que las personas eran atenidas y flojas porque el gobierno les resolvía sus necesidades.
Esa concepción refleja el alejamiento del político tradicional que gobernó durante décadas detrás de un escritorio sin conocer la realidad social, no se imagina que los programas de bienestar que apoyan con dinero a las personas les lograron mejorar la vida a millones de familias que viven al día y que frente a la gran desigualdad social en la que la riqueza del país se concentraba en unas cuantas familias y en contraste una gran franja poblacional en situación de pobreza, pero para los políticos de la oposición estos elementos no aparecen en sus diagnósticos.
En esta etapa de Claudia Sheinbaum con una oposición reducida al grado de ser políticamente inofensiva la ruta se hace fácil para el proyecto de transformación que se está consolidando, por supuesto que se requieren contrapesos políticos que en toda democracia existen, pero en México la oposición se ha equivocado tanto y ha perdido toda posibilidad de recuperación de credibilidad, nada les sale bien, están condenados al exterminio político aunque surjan con nuevos partidos los mismos personajes de siempre no tienen posibilidad de resurgir.