En el corto plazo, México requiere hacer políticas públicas trascendentales sexenales que deben regirse por un plan de nación y no de la administración en turno. De no hacerlo, estamos destinados a mantener la misma inversión extranjera al reutilizar las empresas y su capital para mantener el negocio, y quedarían fuera de la economía mexicana las nuevas inversiones que propiciarán crecimiento económico, tecnológico y energético, así como mercados e ingresos adicionales para el país.
Examinemos de manera adecuada de dónde debe ser atraída la inversión extranjera directa (IED) los próximos años, pues al no hacerlo serán solo del tipo golondrinas.
De acuerdo con la información reciente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en la sección de evaluación del monto y cómo la IED fue impactada a escala global, en los últimos años se ha constatado que las empresas, individuos y grupos financieros han contribuido de manera significativa a la movilidad del dinero y que en 2023 tuvo un total de mil 332 millones de dólares en lo que respecta a las IED en general. Disminuyendo 2 por ciento en comparación con 2022.
En 2023 se presentaron más de 18 mil proyectos de IED en todo el mundo, y todos con la intención de inversiones en diferentes países. En 58 por ciento de los casos estaban relacionados con dinero para el sector de servicios (comercio, transporte y financieros, entre otros), 41 por ciento para el sector secundario (industria extractiva, eléctrica, manufacturera y construcción) y solo 1 por ciento para el primario (agricultura, ganadería, silvicultura, caza y pesca).
El primer cambio de dinero está ocurriendo: el mundo ya no está dispuesto a invertir en servicios. La población no está buscando comodidad a través de servicios, sino la posibilidad de adquirir tecnología, energía y cambios en la forma en que se han construido los hogares en el mundo ante el incremento del costo del dinero, cuyo objetivo es crear nuevas formas de negocios que puedan elevar la rentabilidad y adaptabilidad del dinero en países donde esté seguro y cómodo.
Al evaluar las intenciones de los proyectos en cuanto a la IED, y al comparar 2023 con 2022, se observa un aumento de intenciones en el sector secundario de 7 por ciento y una contracción en el mismo valor en el sector terciario. El ámbito financiero persigue la inversión en la creación de nuevos negocios que propicien una mayor diversidad económica. Es importante tener en cuenta que un país que carece de crecimiento en el sector secundario se encuentra en un estado de desequilibrio económico debido a la presencia de múltiples empresas, individuos o gobiernos que prestarán servicios a los mercados y que llegarán a un ámbito finito económico al no haber nueva IED continua.
Cuando colocamos la cantidad de dinero posible que tuvieron la intención para ser usado como IED en 2022 se presentó un monto de mil 309 mil millones de dólares, que aumentó 2 por ciento para 2023.
En 2022, el sector primario alcanzó 8 por ciento del total, mientras que en 2023 se ubicaba en 5 por ciento. El sector secundario, que representaba 37 por ciento, pasó a 44 por ciento, mientras que el sector terciario, de 55, pasó a 51 por ciento. Las variaciones en cuanto al número de proyectos y la asignación de fondos en el mundo confirman que la década venidera se enfocará en la atención del sector secundario. Por consiguiente, hemos adquirido conocimiento del ámbito en el que se está invirtiendo en mayor magnitud.
Ahora, con esta información, la ONU identificó a qué industrias es a donde más va la IED. En primer lugar, el dinero se destina a energía y gas, seguido por electrónica, información, automotor, construcción, siderúrgica, transporte y almacenamiento, industrias extractivas, refinación y química.
El mundo está cambiando en función de qué industrias invertir. Las industrias de refinación, química, automotriz, siderúrgica y transporte han experimentado un notable cambio en los últimos años. Lo anterior indica que el mundo aún no está preparado para abandonar los combustibles derivados del hidrocarburo y que la industria química será el futuro, donde se encuentran los sectores farmacéuticos, petroquímico y plásticos. A fin de que la inversión extranjera directa no sea afectada por ingresar a un país debe tomarse en cuenta lo siguiente:
- Las condiciones de financiamiento que pueden estar asociadas a un proyecto, un negocio establecido o un nuevo negocio. En 2023 se registró una disminución de 26 por ciento en los acuerdos internacionales de financiamiento de proyectos esenciales para la inversión en infraestructura.
- Las crisis, las políticas proteccionistas y los realineamientos regionales. En la actualidad, estas circunstancias están afectando la economía global, fragmentando las redes comerciales, los entornos regulatorios y las cadenas de suministro globales. Esto impide la estabilidad y visibilidad de los flujos de inversión globales, lo que genera obstáculos y oportunidades aisladas.
- No saber entender que las inversiones están creciendo en varios sectores manufactureros intensivos en cadenas de valor globales, como la automotriz y el electrónico. El objetivo de este tipo de inversiones es ubicar el capital en regiones y países con una facilidad de acceso a los principales mercados. El propósito es disminuir los costos de la logística y obtener ventajas arancelarias.
México presenta un gran reto en 2026, que dependerá de la forma en como sea acordado, evaluado y modificado el tratado de libre comercio entre Estados Unidos, México y Canadá. Nuestro vecino del norte representa 24 por ciento del total de la IED en todo el mundo, Canadá tiene 4 por ciento y México 3 por ciento, y estos tres países en conjunto agrupan 31 por ciento de la IED que fue movida en el mundo en 2023. China solo representó 12 por ciento.
México se desplazó del duodécimo lugar en 2022 al noveno en 2023. Sin embargo, esto se debe a la contracción total del dinero en la IED global, además mantuvo la misma cantidad de IED de entrada.
México actualmente tiene un problema: la IED, respecto a la inversión nueva de 2018 a 2023 está contraída en 65 por ciento, pasando de 11 mil millones de dólares a casi 4 mil. La realidad es que el sector secundario está manteniendo sus inversiones debido a que las empresas están reinvirtiendo sus utilidades para mantener el negocio en el mercado, y esto estresa al sector terciario, pues no tiene cómo crecer al ser las mismas empresas en los mercados y que no necesitan más servicios.
El dinero ha hablado: “no le importa la ideología”. Él desea que se invierta en el sector secundario y específicamente en la transformación del crudo en combustibles, energía, siderúrgica, manufactura, transporte y química.
México está cerca de un mercado de alto consumo, adonde las exportaciones enviadas al mundo, alrededor de 80 por ciento, va a este mercado (EU). El nearshoring en puerta, más los hallazgos realizados por la ONU, indica que debe haber un cambio en la forma en que se conceptualiza el mediano a largo plazo para la atracción de inversiones.