El Aeropuerto de Guadalajara ha sido una infraestructura clave en el desarrollo del occidente del país, que en los últimos cuatro años ha tenido una importante expansión. Uno de los nuevos activos fue la inauguración de su segunda pista, que, según Raúl Revuelta, director general del Grupo Aeroportuario del Pacífico, permitirá optimizar los tiempos de navegación aérea, ampliando las ventanas de aterrizajes y despegues de aviones.
A pesar de la pandemia, el GAP mantuvo su inversión de 15.9 mil millones de pesos en el Plan Guadalajara 2020-2026 para modernizar el aeropuerto, que incluye la construcción de un nuevo edificio terminal, 18 nuevas puertas de abordaje, agregarle 10 mil lugares de estacionamiento y un hotel.
El Aeropuerto de Guadalajara ha incrementado el número de pasajeros hasta alcanzar los más de 17 millones en 2023, con proyecciones en el 2026 a los 40 millones de pasajeros, siendo hoy el tercer aeropuerto con más usuarios después de la CdMx y Cancún.
Sin embargo, la construcción del “nuevo” aeropuerto ha representado un gran desafío. Los pasajeros hemos experimentado molestias por la frecuente asignación de aviones a posiciones remotas. El deficiente servicio interno de bus que ha dejado a los pasajeros varados dentro de los aviones, o expuestos al sol o la lluvia durante varios minutos, y la tardanza en la entrega de equipaje o en bandas equivocadas.
Tampoco se ha podido resolver el conflictivo cruce de automóviles y pasajeros del estacionamiento a la terminal, generando enormes filas de autos en horas clave. Definir un lugar adecuado y seguro para dejar y abordar pasajeros de vehículos particulares, taxis y de plataforma. También es imprescindible instalar suficientes pantallas informativas, grandes y visibles. Así como eliminar la obligación implícita de usar taxis “oficiales” que es un servicio percibido como caro, malo y peligroso. Y ni hablar de la batalla perdida contra los moscos. Finalmente se debe impulsar un proyecto de transporte masivo, para conectar la terminal aérea con el resto de la ciudad, en beneficio de pasajeros y empleados.
A pesar de los retos, el Aeropuerto de Guadalajara tiene un futuro prometedor, perfilándose como uno de los mejores, si no el mejor, aeropuerto del país.