Verónica Delgadillo, presidenta municipal de Guadalajara, se comprometió a hacer de la capital del estado la ciudad más limpia del país, ¿Cómo lo logrará?
Primero hay que considerar que el sistema concesionado con Caabsa para el servicio de limpieza de calles, recolección domiciliaria, traslado y disposición final ya está agotado, según afirmó.
El problema más cercano que deberá enfrentar es que en 34 días vence la concesión de la empresa en Guadalajara, y su gobierno deberá resolver este desafío: recolectar la basura de 456 colonias, mercados públicos, tianguis, unidades de salud y puntos limpios, lo que equivale a mil 500 toneladas diarias.
Para el 18 de diciembre el gobierno municipal deberá tener listos 160 camiones (en proceso de arrendamiento) y 500 empleados capacitados para esa labor, que podrían ser los actuales empleados de Caabsa, previo finiquito de la empresa. No hay duda de que Caabsa ya no quería o no podía con el servicio, y lo dejó caer, a pesar de recibir un pago diario de un millón 250 mil pesos por la recolección, traslado y disposición de la basura al relleno de Picachos.
El próximo gobernador Pablo Lemus Navarro está convencido con la creación de la Agencia Metropolitana de Residuos Sólidos para hacer frente al reto de la basura en la ciudad, sin embargo, esto dependerá de lo que se decida en relación con los vencimientos de las concesiones en Tonalá, Tlajomulco, El Salto, lo que decidan en Tlaquepaque que tiene concesionado el servicio con otra empresa y Zapopan que lo resuelve con equipo y personal propio.
Paralelamente, se deberá trabajar en campañas para reducir la generación de basura a través de la separación de residuos, ya que actualmente cada tapatío genera 1.3 Kg de basura al día. Aunque el concepto de la separación ya forma parte de las nuevas generaciones, su promoción y práctica por parte de las autoridades ha sido limitada.
Resolver la problemática de la basura en Guadalajara y en la Zona Metropolitana de Guadalajara será el principal desafío en servicios públicos que deberán enfrentar las nuevas autoridades. Primero, hay que reconocer que la basura es un problema de todos.