La noticia de la salida del hospital de Nicolás Castillo fue una de las mejores que ha tenido el América en los últimos tiempos. Sin embargo, la salida del chileno fue muy meditada, se prolongó más de un mes porque desde que ocurrió el sangrado agudo (13 de febrero) y la segunda operación, hubo mucha preocupación por lo que le podía ocurrir al delantero que estuvo en una situación de mucho riesgo, pero en ningún momento se le dejó solo, directiva, cuerpo técnico y los médicos del club estuvieron al tanto de su situación cada día.
A Nico, la directiva, le dejó bien claro que debe ir con mucha pausa en su rehabilitación, aunque ahora esté en casa, todos estarán al pendiente y a la espera de que no se vuelva a presentar otro episodio crítico. Seguirá con todos los cuidados que sean necesarios de parte del área médica.
Y es que con Castillo se han tocado todos los aspectos: el emocional, el familiar y el humano, para hacerle sentir que lo más importante es que vaya paso a paso, que en el club le esperarán y que de su regreso se hablará en su momento, porque lo más importante es su bienestar.