Nos encanta autoflagelarnos. Es la verdad: a los mexicanos nos encanta quejarnos de lo mal que está el país, de cómo no avanzamos y, sobre todo, anticiparnos a todo lo malo que creemos que viene en camino. “Ahora sí ya valió” es una frase a la que recurrimos con mucha, mucha frecuencia.
Pensaba esto hace unos días. En Whitepaper hicimos una investigación acerca del impacto que ha tenido el nearshoring en México en los últimos años y nos sorprendió la respuesta de algunos de los lectores. Como algunos medios también lo han publicado —y más ahora, que el tema de los aranceles ha generado tanta incertidumbre— vemos en ocasiones una actitud de escepticismo acerca del nearshoring. Que si Tesla canceló la planta en Monterrey, que si todo está suspendido por culpa de Trump, o que si los desarrolladores ya no están logrando rentar bodegas.
La realidad es muy diferente. Empecemos con un dato: entre 2020 y 2024, el número de camiones que cruzaron la frontera para llevar mercancía a Estados Unidos creció en cerca de 1.3 millones de vehículos. A veces las cifras no le hacen justicia a las dimensiones, pero tratemos de visualizar ese número. En este país se venden como 65 mil camiones nuevos al año, así que el aumento de cuatros años de viajes a la frontera es equivalente a 20 años de ventas de camiones. O visto de otra forma, si con esos camiones hiciéramos un desfile, duraría dos meses, sin parar.
El dato más importante es el del valor de las exportaciones. Apenas en 2017, del total de importaciones a Estados Unidos, 21 por ciento llegaban de China y 13 por ciento de México. Para el año pasado, lo de China había disminuido a 14 por ciento y lo de nuestro país aumentado a 16 por ciento. En 2023, México superó a China para convertirse en el principal socio comercial para los norteamericanos.
Otra vez, es esencial entender lo que esto significa. Es fácil caer en el error de pensar que pasar de 13 a 16 por ciento no es tan significativo. Sí lo es.
Veámoslo en términos de dinero. En 2020 Estados Unidos importó 325 mil millones de dólares de productos de México. En 2024 importó 506 mil millones. Como contexto, eso es más que lo que importaron de Brasil, Vietnam, Corea del Sur, Japón y Colombia, juntos.
En tan solo cuatro años, el valor de lo que nuestro país le mandó a nuestros vecinos al norte aumentó 181 mil millones de dólares. Si sumamos el valor de mercado de Femsa, Banorte, Arca, Inbursa, Carso, Bimbo, Gruma, Grupo México, Becle y Televisa, no llegamos a esa cifra.
Ojo: todo esto sucede en un contexto en el que tenemos serios retos de infraestructura, incluyendo importantísimas limitantes en temas de energía eléctrica y de carreteras.
Y es importante destacar que hay muchísimos proyectos que apenas están desarrollándose y que comenzarán a producir —y a exportar— dentro de los siguientes meses (o años). Esa cifra de 506 mil millones de dólares seguirá creciendo en los siguientes años y cada ‘puntito’ de crecimiento significa miles de millones.
¿Podría ser mejor la situación? Sí. Pero tampoco vale la pena estar constantemente dándonos de latigazos: en este país hay muchas personas, sobre todo empresarios, que tienen décadas construyendo un entorno que es sumamente conveniente para instalar centros de producción competitivos y de calidad internacional. Los números lo están reflejando.