Dicotomía

  • Perspectiva Jurídica
  • Ricardo Cisneros Hernández

Laguna /

Hay en el gobierno federal una dicotomía (división en dos partes) que demanda una explicación porque la incertidumbre que causa es dañina. 

Por un lado, está la decisión de aislar a México del extranjero; y, por el otro, la aceptación de las imposiciones de Trump.

Es notoria la intención de cerrar las puertas, en la obstrucción a las empresas extranjeras para la producción, venta y distribución de energía eléctrica y gas; en el atentado contra la ecología que entrañan esa y otras acciones; y en el incumplimiento de contratos y acuerdos internacionales. 

Esto inhibe la inversión extranjera.

Son ejemplos de la segunda actitud: las negociaciones del TEMEC y sus proyectos de leyes; los recursos destinados a restringir la migración; la indefensión de los mexicanos en EUA; y, sobre todo, la imposición de continuar la guerra contra el narcotráfico.

Una posible explicación de esta dicotomía, que de ser acertada serviría también para prever los resultados, es que el gobierno quiere revivir el Nacionalismo Revolucionario de Luis Echeverría.

El Nacionalismo Revolucionario reconoce al Estado nacional como la forma ideal de organización política y a la nacionalidad como la fuente de la cultura y el bienestar. Propuso la autodeterminación de los pueblos y el desarrollo autónomo.

Con dicha doctrina se justificó la concentración del poder presidencial y el centralismo; se promovió una falsa imagen de soberanía y autosuficiencia; y se atacó a la iniciativa privada nacional y extranjera para estatizar la economía.

Se ha acusado al Nacionalismo Revolucionario de haber sido un hábil manejo político, para monopolizar el poder y la economía; y disimular la influencia norteamericana.

Los resultados fueron el estancamiento, la fuga de capitales, el deterioro de los servicios públicos, la perdida de la confianza en el gobierno y, lo más lamentable, mayor pobreza.


ciher57@hotmail.com

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