Abrazos no balazos, la frase que no dice nada

Ciudad de México /

La expresión “abrazos, no balazos,” es una categoría hueca a la hora de explicar la política de “seguridad” del gobierno federal encabezado por Andrés Manuel López Obrador.

Lo mismo sucedió en su día con la expresión “guerra contra el narcotráfico” atribuida a la gestión de Felipe Calderón.

Ninguna de las dos refleja el conjunto de acciones emprendidas por la fuerza pública y sin embargo sirve para distraer sobre la reiterada incapacidad en la pacificación del país.

La cifra de homicidios dolosos en México pegó un primer salto entre 2009 y 2010.

Entonces la autoridad argumentó que tal cosa se debía al pleito entre organizaciones criminales y no a la acción del Estado para perseguir a sus cabecillas. El periodista estadunidense Charles Bowden escribió que México no estaba padeciendo una guerra “contra” las drogas, sino una guerra “por” las drogas.

En efecto, la pugna entre diversos cárteles dedicados al trasiego de enervantes, protegidos por funcionarios, fue la principal explicación de aquella primera ola de mortandad.

Destacó el pleito entre los hermanos Beltrán Leyva y Joaquín El Chapo Guzmán, entre La Familia Michoacana y el Cártel Jalisco Nueva Generación y entre Los Zetas y el cártel del Golfo.

Aunque el nombre de algunas de estas empresas cambió con el tiempo, el mapa de la mortandad no lo hizo desde entonces. En 2017 la violencia mexicana empeoró alcanzando un nuevo pico de homicidios que, por cierto, será muy similar al de 2022.

Pero, a diferencia de la época calderonista, las empresas criminales dominantes del presente no están en guerra únicamente por las drogas, sino por un botín más ambicioso: el territorio.

La disputa es por el control de regiones cada día más grandes que, además de servirles para asegurar la producción y el trasiego de drogas, proporcionan rentas relacionadas con la extorsión sobre una amplia diversidad de actividades económicas y el tráfico de migrantes.

Zoom: en materia de seguridad solo una cosa es diferente entre Felipe Calderón y López Obrador; mientras que con el primero la guerra entre empresas criminales fue por las drogas, con el segundo la disputa es abiertamente por el gobierno de los territorios. En lo demás prácticamente todo sigue igual, frases huecas, violencia, corrupción y alta mortandad.

@ricardomraphael

  • Ricardo Raphael
  • Es columnista en el Milenio Diario, y otros medios nacionales e internacionales, Es autor, entre otros textos, de la novela Hijo de la Guerra, de los ensayos La institución ciudadana y Mirreynato, de la biografía periodística Los Socios de Elba Esther, de la crónica de viaje El Otro México y del manual de investigación Periodismo Urgente. / Escribe todos los lunes, jueves y sábado su columna Política zoom
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