El director de Materiales Educativos de la Secretaría de Educación Pública, Marx Arriaga, recién convocó a defendernos “masivamente” de “las cloacas” de la Secretaría de Educación Pública.
Enmarcado por una serpiente a punto de morderse la cola, el llamamiento comienza diciendo: “El magisterio creador de los libros de texto gratuito, junto con Marx Arriaga Navarro, convocan a toda alma libre, insurgente, con pensamiento y conciencia crítica, a organizarse en Comités para la Defensa de la Nueva Escuela Mexicana (…) los cuales son (sic) espacios de organización en donde, permanentemente, se promueven los principios del humanismo mexicano (…) todo ello para instruirnos, primero, en la filosofía, teología y pedagogía de la liberación…”.
Del puro arranque surgen tres preguntas: ¿por qué si se convoca a la creación de comités —a partir del primero de enero— se conjuga la acción como si estos ya existieran? ¿Por qué en una República laica tales comités, cuya misión sería refundar la SEP, instruyen y se instruyen en la teología de la liberación? ¿Cómo explicar que personas cuyo empleo de nuestra lengua es tan escandalosamente desastroso sean las autoras de los libros de texto?
El delirio de Arriaga hace suponer que la política educativa —instituciones, pedagogía, docencia, operadores, textos, escuelas, etcétera— tiene dueño. Es él quien ha querido privatizar, según su particular teología, una materia importantísima que es pública y, por tanto, pertenece a todas las personas.
“El Asalto al Cielo que se inició en el año 2018 aún no concluye. Solo hemos conquistado algunos pasillos”, reza la convocatoria y añade que “las grandes avenidas, los salones, palacios y mazmorras” siguen en poder del neoliberalismo.
No hay ambigüedad en este llamamiento: para Arriaga y secuaces, el gobierno encabezado por Claudia Sheinbaum se ha rendido al neoliberalismo y por eso llama a la rebelión de los verdaderos obradoristas.
A todo esto, ¿cuál es la causa que dio pie al desplante? La traicionera publicación, por parte de la SEP, de tres miserables cuadernillos de apoyo para quienes imparten clases de matemáticas en primaria.
Zoom: Se necesita estar perdido en los laberintos donde convergen el poder y la locura para comportarse así. Que Arriaga nos haga a todos un favor: si quiere emprender una revolución, que antes renuncie a la comodidad de una nómina financiada con nuestros impuestos y depositada quincenalmente en su cuenta bancaria.