El infame predicamento de ser espiado

Ciudad de México /

Hace tres días recibí por correo electrónico una serie de archivos. Todos forman parte de una campaña de desprestigio en contra de distintas personas, entre las que me encuentro incluido. Este material fue enviado simultáneamente a otros colegas periodistas por una fuente anónima.

A excepción de una intervención telefónica de la que fui víctima hace un par de años, la mayor parte de ese contenido no merece ninguna atención. Tres son las razones que, sin embargo, otorgan relevancia a este hecho de espionaje: el programa utilizado para interceptar la llamada, la autoridad responsable de la intervención y la parte autora de la divulgación.

Primero, la fecha en que sucedió el espionaje coincide en el tiempo con evidencia proporcionada por el proyecto Pegasus sobre una serie de intervenciones ocurridas contra un dispositivo celular de mi propiedad.

Segundo, el programa denominado Pegasus, diseñado con tecnología israelí, fue adquirido en México únicamente por tres clientes: la Secretaría de la Defensa Nacional, la Fiscalía General de la República y el Centro Nacional de Inteligencia.

Tercero, la divulgación de la grabación fue hecha por Isabel Miranda de Wallace, o bien, por personas afectas a su causa.

La coincidencia de tales hechos lleva a afirmar que solamente pude haber sido espiado por el Estado y también que el material obtenido gracias a esa intervención ilegal fue entregado, por funcionarios de la actual administración, a particulares preocupados por desprestigiar mi trabajo de investigación respecto de lo que verdaderamente habría ocurrido con el hijo de la señora Wallace, Hugo Alberto León Miranda.

Para mí es conocido que, durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, sufrí intervenciones ilegales a través del programa Pegasus. Esta vez la novedad radica en que la llamada registrada ilegalmente y divulgada con cobardía el pasado viernes sucedió durante la actual administración federal.

Zoom: Hoy se cumplen 17 años de que Isabel Miranda habría fabricado el caso Wallace. Para celebrarlo, la madre de Hugo Alberto honra el talento por el que mejor se la conoce. Es decir, la invención de pruebas falsas para acusar injusta e implacablemente a quienes han sido damnificados con sus patrañas.

Ricardo Raphael

@ricardomraphael
  • Ricardo Raphael
  • Es columnista en el Milenio Diario, y otros medios nacionales e internacionales, Es autor, entre otros textos, de la novela Hijo de la Guerra, de los ensayos La institución ciudadana y Mirreynato, de la biografía periodística Los Socios de Elba Esther, de la crónica de viaje El Otro México y del manual de investigación Periodismo Urgente. / Escribe todos los lunes, jueves y sábado su columna Política zoom
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