Ayer a las 9:30 a.m. hora de Ciudad de México, Claudia Muñoz acudió a rendir una declaración fundamental para el caso Wallace.
Ella es la madre de una de las hijas de Hugo Alberto Wallace y afirma que un año después de que fuera denunciado su secuestro, recibió una llamada suya para pedirle ver a la niña.
Así lo declaró Muñoz en una entrevista transmitida por MILENIO Tv el jueves 5 de noviembre de 2020. La defensa de Brenda Quevedo, señalada como integrante de la banda de secuestradores, presentó este documento televisivo como prueba, junto con otras similares, de la fabricación del caso.
La señora Miranda hizo todo cuanto pudo para desestimar este testimonio. Ante tal riesgo, hace semanas que el consulado de la ciudad en Estados Unidos donde habita Claudia Muñoz, citó a esta testigo para que perfeccionara —ante autoridad formal— la declaración rendida por televisión.
Sorprendentemente no acudió a la cita la defensa de Brenda Quevedo. En cambio, la Fiscalía General de la República sí envió a un funcionario que se comportó cual hostil abogado de la familia Wallace.
Durante el interrogatorio, la fiscalía insinuó varias veces la posibilidad de que quien escribe estas líneas hubiera amenazado, o bien corrompido económicamente a la señora Muñoz. Con todo, ella mantuvo con firmeza la declaración celebrada anteriormente.
A pregunta reiterada, respondió que “no habló públicamente antes de 2020 por temor a represalias de parte de la familia Wallace”. Afirmó que, a pesar de la noticia de la supuesta muerte de su ex suegra, ni su hija ni ella se sienten más seguras: “si algo nos ocurriera, ya no habrá a quién señalar como responsable”.
No obstante, pesa más en el ánimo de Muñoz que su testimonio pueda devolver la libertad a las víctimas, ya que con él la FGR estaría obligada a desestimar el caso.
Además de Muñoz y el fiscal, también estuvieron presentes dos cónsules adscritos a la Secretaría de Relaciones Exteriores. Estos funcionarios hicieron las preguntas que la omisa defensoría pública decidió no realizar, también protegieron a la testigo de la beligerancia del fiscal y, sobre todo, dieron fe de la sinceridad de las declaraciones emitidas.
Zoom: Ya no le será posible a la señora Miranda anular la voz de la madre de su nieta. No le hace falta porque el Ministerio Público, bajo las órdenes de Alejandro Gertz Manero, desempeña mejor esta función de lo que lo hacían sus propios abogados.