La doctrina Monroe está de vuelta, pero esta vez con esteroides. Tiene entre sus objetivos reclutar líderes latinoamericanos para hacer que los intereses estadounidenses prevalezcan.
El jueves pasado fue publicado el documento que contiene la Estrategia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos (2025).
Este incluye un apartado denominado “Corolario Trump a la doctrina Monroe”, cuyo propósito explícito es restaurar la prevalencia, (¿dominación?) de ese país sobre el continente americano.
Aquella doctrina —América para los americanos—, promulgada en 1823 por el presidente James Monroe, quiso prevenir a las potencias europeas para que respetaran la independencia de sus antiguas colonias.
Más tarde, sin embargo, el mismo credo, pero deformado, sirvió para justificar intervenciones y operativos militares contra las naciones latinoamericanas.
Ahora la doctrina Monroe regresa supuestamente para ponerle un alto a China. Sin embargo, el corolario Trump refiere igualmente a las acciones fuera de su país contra la migración masiva, el tráfico de drogas, el crimen organizado o cualquier otra amenaza capaz de afectar la seguridad continental.
El corolario Trump cita como instrumentos para expandir los intereses estadounidenses a la diplomacia comercial, la política energética, la intervención militar y el reclutamiento de líderes locales.
Por diplomacia comercial refiere a la política arancelaria emprendida para equilibrar la balanza, reindustrializar y reequilibrar las cadenas de suministro.
Respecto de la política energética, el documento propone “restaurar el dominio energético estadounidense en petróleo, gas, carbón y energía nuclear.”
El corolario añade la eventual invasión de territorios extranjeros. También el reclutamiento de líderes locales a quienes recompensarán y alentarán (sic), en la medida de su cooperación. (Este apartado hace pensar en las alianzas de Trump con Nayib Bukele, Javier Milei o Daniel Noboa).
Se haría lo mismo con gobiernos, partidos políticos y movimientos coincidentes, así como con los gobiernos que, “a pesar de ser ideológicamente distintos”, quieran trabajar con Estados Unidos. (Aquí cabe suponer que se refiere a Claudia Sheinbaum).
Zoom: la presidenta mexicana acusó recibo y respondió en el Zócalo el sábado pasado. Ahí dijo que por más alianzas que quieran tejerse desde adentro con el conservadurismo extranjero, nadie vencerá al pueblo de México, ni a su mandataria.