Son altas las probabilidades de que la contienda para la próxima Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México vaya a contar solo con opciones femeninas.
Merece atención la novedad recientemente vivida en el Estado de México, donde únicamente mujeres compitieron por la gubernatura.
Se ha dicho que faltó enjundia, vigor, pleito, contraste y golpes. Todos son adjetivos masculinos trasladados a la liza electoral. En realidad, fuimos testigos, por primera vez, de una competencia marcada por el estilo de dos candidatas.
Ni Delfina Gómez ni Alejandra del Moral se prestaron para desplegar un desencuentro ajeno a su carácter y personalidad. Cuando peor se trataron — durante los debates— fue necesario que llevaran escritos sus ataques para poder actuarlos.
No sería erróneo suponer que esta experiencia vaya a repetirse en la entidad vecina. Es decir, que la contienda en la capital vaya a ser entre mujeres. Del lado de la oposición, hoy las encuestas dan a la senadora panista Xóchitl Gálvez con una ventaja difícil de superar. A menos que le jueguen chueco, fuera del oficialismo ella sería la candidata con mejores posibilidades de ganar.
En el frente de la Cuarta Transformación hay una variedad mayor de candidaturas, entre ellas las de distintos varones. Destacan, por ejemplo, Martí Batres, Mario Delgado y, por encima de ambos en las preferencias, Omar García Harfuch. Sin embargo, los dos primeros andan bajos de aceptación y el último tiene puesta la mirada en el gobierno federal.
En contraste, Rosa Icela Rodríguez, secretaria federal de Seguridad, y Clara Brugada, alcaldesa de Iztapalapa, pintan bien en las mediciones. Ambas son, además, próximas al presidente Andrés Manuel López Obrador y también han sido fieles a su movimiento a lo largo del tiempo.
Sus perfiles son distintos porque Rodríguez ha hecho carrera política dentro de la burocracia y Brugada en el trabajo a ras de tierra. Esto hace que la primera sea más conocida en toda la ciudad, mientras que la segunda lo es en la zona más poblada de la metrópoli.
Zoom: si la candidatura a la Presidencia de Morena la gana un hombre, la opción para la ciudad tendría que ser una mujer. Ahora que, si Sheinbaum se alzara con la victoria, entonces quizá se abra de nuevo la puerta para que un hombre participe en la competencia.